Por Gerardo Reynoso
Este viernes arranca la Consulta Indígena ligada al proyecto del Tren Maya en Quintana Roo, Yucatán, Campeche, Tabasco y Yucatán en la región sureste, por donde pasará el transporte.
De acuerdo con la información emitida de manera oficial por la Coordinación General del Instituto Nacional de Pueblos Indígenas, se trata de 15 comunidades por donde está planeado el derecho de vía del Tren Maya.
La consulta es a partir de las 10 de la mañana de este viernes y todas las comunidades donde se realizará son mayas. Con el formato de asamblea, en la consulta participarán unos 7 mil 500 representantes de comunidades mayas en un ejercicio regido por estándares de organismos internacionales y con observadores de México y de otros países.
En Yucatán habrá asambleas en las comunidades de Pisté, Dzitás, Maxcanú, Tixpéual, Tunkás y Chichimilá; en Campeche, serán en Xpuhil, Tenabo y Champotón; en Tabasco, en Tenosique; en Chiapas, en Palenque; y en Quintana Roo, en Felipe Carrillo Puerto, Reforma, Bacalar y Tulum.
La Coordinación General de Pueblos Indígenas dio a conocer que este viernes la asamblea será para escuchar dudas e inquietudes de los representantes, que así podrán regresar a sus comunidades a discutir el tema de cara a otro encuentro, previsto para el 14 de diciembre.
Lo anterior significa que habrá un día (este viernes) para escuchar todas las dudas, propuestas, situaciones y temas relacionados con las comunidades y el paso del proyecto Tren Maya.
En ese sentido, Rogelio Jiménez Pons, titular del Fondo Nacional de Fomento al Turismo y encargado del proyecto del Tren Maya, reiteró que el Gobierno Mexicano respetará la decisión de la población sobre ese proyecto, de tal manera que si hubiera una respuesta negativa, se cancelaría el Tren Maya.
“Aquí no hay espacio para simulaciones”, agregó al defender la legitimidad del resultado que arroje esta encuesta.
Jiménez Pons dejó en claro que, si bien la mayoría de participantes son mayas, la consulta se hará también a grupos choles, tzeltales y chontales. Asimismo, se dijo dispuesto a recibir críticas sobre el proyecto, pero pidió que todas sean sobre bases objetivas.
Acerca de los cuestionamientos sobre el eventual daño ecológico del proyecto, dijo que “el desastre sería no hacer nada”, como ha sucedido en años previos en puntos que han sido consumidos por la depredación, como ha acontecido en Chiapas y en Quintana Roo.
Anteriormente, Jiménez Pons había dicho sobre este tema que prevén aplicar programas como “Sembrando Vida” de reforestación, construir pasos para la fauna, proteger los corredores biológicos y respetar las reservas naturales.
Finalmente, anunció que la energía que daría movimiento al tren sería el biodiesel, toda vez que la electricidad subiría el costo al doble.
El proyecto del Tren Maya requerirá una inversión total de 120 mil millones de pesos (6.186 millones de dólares) en una zona con 12 millones de habitantes en cinco estados y 17 millones de turistas al año.