Por Gabriel E. Manzanilla
CHETUMAL, 21 de diciembre.- La situación de los profesionistas en el sur del estado va de mal en peor, de cada 10 egresados son menos de la mitad los que logran conseguir un trabajo bien remunerado y acorde a lo que estudiaron, mientras que el resto se mantiene desempleado o subempleado, desempeñándose actividades con bajos salarios y que nada tienen que ver con su profesión.
Así lo señaló el presidente de la Asociación de Profesionistas de Quintana Roo, Jorge Luis Ovando Martínez, quien añadió que los profesionistas de Chetumal, capital de Quintana Roo, se enfrentan a dos graves problemáticas: la primera es que siguen siendo desplazados de las dependencias de gobierno y sus puestos son ocupados por foráneos; mientras que el segundo obstáculo tiene relación con el estancamiento económico de la ciudad, que no permite el desarrollo empresarial y contribuye al cierre de negocios, lo que a su vez provoca mayor índice de desempleo.
De cada 10 profesionistas que terminan su carrera, que salen egresados de alguna institución educativa, tendrán suerte si tres de ellos logran encontrar un trabajo con buen sueldo y que sea acorde a lo que estudiaron, indicó Ovando Martínez.
“Seguimos teniendo casos y recibiendo quejas de profesionistas quintanarroenses que son desplazados de las dependencias de gobierno, muchos de ellos sufren despidos injustificados y sus puestos son entregados a gente de fuera que viene de otros estados”, comentó.
Manifestó que lamentablemente en la administración pública se contrata a gente no por sus méritos ni por su preparación o capacidad, sino que los cargos de alto nivel son regalados a recomendados y allegados políticos que están llegando de otras partes del país, incluso aunque éstos no tengan el perfil ni el conocimiento y mucho menos los estudios para desempeñarlos.
En lo que respecta a la iniciativa privada, Ovando Martínez sostuvo que predomina el subempleo y los trabajos menores que no requieren estudios profesionales, pero que ofrecen salarios muy bajos y condiciones laborales inestables.
“No se trata de menospreciar estos trabajos, porque mucha gente los hace y en ellos encuentra una forma de ganarse la vida; pero todos sabemos que son actividades menores, que no requieren estudios profesionales y que no aprovechan completamente la capacidad del trabajador. Hoy vemos a muchos doctores, licenciados, maestros, ingenieros, entre muchos otros profesionistas que se dedican a la ‘taxeada’, son personal de mostrador, asesores de ventas, repartidores de comida, venden paquetes telefónicos, trabajan en restaurantes de comida rápida, son meseros o hacen otras actividades ajenas a lo que estudiaron”, concluyó Ovando Martínez.
Mencionó que hace mucha falta voltear a ver a los profesionistas quintanarroenses, darles el espacio que merecen en la administración pública y que las autoridades entiendan lo valiosos que son para el estado.
También dijo que es necesario reactivar la economía capitalina, otorgar incentivos y apoyos para atraer nuevas inversiones y promover el crecimiento empresarial, de manera que se genere empleo y espacios laborales dignos para los chetumaleños.