Ni quien se interese por recuperar la calle Flamingos

De la Redacción

PLAYA DEL CARMEN, SOLIDARIDAD, 23 de diciembre.- Por más de ocho años, el empresario hotelero ecocida Jorge Montalvo Ferráez alias “Chaquis” mantiene privatizada la calle Flamingos con costera norte, a un costado del hotel The Reef Coco Beach, con una pluma de control de acceso, luego de que recuperó la administración del inmueble apoyado por la Policía Estatal Preventiva, en un evidente despojo al pueblo avalado por el gobierno.

No conforme con hacer uso de las fuerzas policiales del estado, el tráfico de influencias que se mofa tener “Chaquis” Montalvo, le permitió que el entonces presidente municipal priista Filiberto Martínez Méndez (2011-2013) le otorgara el permiso para la ocupación temporal de la vía pública, calle Flamingos, alegando el temor a que los antiguos socios pudieran tomar a la fuerza las instalaciones.

Hay que recordar que este empresario ecocida, que causa grave daño a la costa por la colocación aún de dos escolleras disfrazadas de andadores de madera, tomó el control del hotel en el 2006 mandatado por el Juzgado Tercero de Distrito, pero aprovechándose del tráfico de influencias consiguió que Martínez Méndez le firmara la ocupación ilegal de la vía pública con la instalación de una pluma de control.

El permiso, al menos el último documento expedido vía transparencia tenía fecha de vencimiento el 19 de noviembre de 2017, con la ocupación temporal de la vía pública con la colocación de caseta de seguridad y pluma para el control de paso y acceso, con las restricciones legales que implica el derecho de vía pública, aunque no se duda que por sus influencias lo haya renovado.

Sin embargo, han pasado un presidente municipal priísta, una panista-perredista y actualmente una morenista, sin que tomen cartas en el asunto para liberar la vía pública de un claro despojo al pueblo, dado a que nadie puede pasar con vehículo en la zona, pese a que aledaño al hotel The Reef Coco Beach conecta con un camino denominado servidumbre de paso hacia la playa.

Los guardias apostados en la caseta y pluma de vigilancia sobre la calle Flamingos no dejan acceder a ningún vehículo que no sea huésped, proveedor, visitante o trabajador del complejo hotelero, en una franca violación al libre tránsito de las personas, por lo que la única forma de lograr avanzar a la servidumbre de paso es a pie, vía pública que la toman también como estacionamiento privado.