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Quintana Roo

Parten de regreso a Xcaret los canoeros

Por Francisco Javier Díaz Medina

 

COZUMEL, 18 de mayo.- El promedio de 38 embarcaciones con sus 380 canoeros partieron de la isla de Cozumel a Xcaret para realizar la Travesía Sagrada Maya, luego de rendir homenaje al antiguo ritual que efectuaron los pobladores de estos parajes, a una de las principales deidades de los mayas, Ixchel.

Aproximadamente a las ocho de la mañana, ante decenas de personas de la isla y turistas que llegaron a las inmediaciones del parque Chankanaab, dio inicio el culto a una de las principales deidades de los mayas, a la diosa Ixchel, donde a través del antiguo ritual hecho por pobladores que le dieron vida a estos parajes.

La diosa maya Ixchel, que también fue conocida como “Ixchebelyax, Ix Hunic e Ix Huinieta”, diosa de la fertilidad, la salud, el tejido, la vegetación y el agua, durante el rito evocó a la luna y sus distintas fases.

Ahí mismo en las playas de “Cuzamil” (Cozumel), lugar destacado de peregrinaje, al llegar los comerciantes y viajeros para presentar tributo a Ixchel, además residían los itzaes, tantunes o mactunes (los de la puerta de la profecía), conocida así, pues la representación de Ixchel hecha en barro tenía una puerta secreta atrás por donde el chilam o sacerdote entraba para dictar el oráculo de la diosa.

Luego de la ceremonia de despedida, donde se llevó a cabo los rituales realizada por el Chilam de Cozumel, y de la petición de la fertilidad de la tierra, buen clima, salud y continuidad de la vida, los 380 canoeros (mensajeros de la luna) en las 38 embarcaciones se hicieron a la mar para la Travesía Sagrada Maya hacia Xamanhá-Playa del Carmen, acompañados de aplausos de las personas que admiraron el evento.

Para los mayas de aquel entonces, el mar era una autoritaria dualidad, que igual representaba la alimentación y una forma de desplazarse para mercar, como también era la entrada, al igual que los cenotes, a Xibalbá, el inframundo, por lo que también era símbolo de muerte y devastación, lo que lo hacía un lugar sagrado, imponente y de máximo respeto.

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