Siguen usando vidrios polarizados

De la Redacción

Mientras el Instituto de Movilidad ya analiza el tema del incremento del cobro de servicios de taxis en Cancún, no se atiende el desorden y descontrol que sigue habiendo al interior del Sindicato "Andrés Quintana Roo", donde varias unidades se siguen movilizando con los vidrios polarizados a pesar de que está prohibido.

Dicha dependencia estatal, ha tolerado los abusos de los taxistas que usan los cristales de sus vehículos con un polarizado mayor al que viene de fábrica, en una situación en otros años, se ha atendido por el tema de la seguridad.

“Seguridad por encima de la comodidad”, rezó la frase con la cual el sindicato de taxista asumió hace algunos años, el compromiso de retirar voluntariamente el polarizado de las unidades, como una medida de colaboración con las autoridades de seguridad pública.

A estas acciones, el propio Instituto de Movilidad (antes Sintra), ha dejado de hacer su trabajo porque no actúa para sancionar a los conductores que insisten en mantener los cristales más polarizados que lo normal.

También, la propia Dirección de Tránsito Municipal, se ha convertido en una dependencia protectora porque ha permitido el uso de estos polarizados, lo que ha generado que los taxistas abusen de la situación y con ello, se genere un conflicto mayor.

“La dirección de Tránsito es la que debe de actuar porque ellos cuentan con un equipo denominado luminómetro, cuya herramienta calibrada, inalterable, es especializada para medir la refracción de la luz y nosotros no la tenemos (sic)”, dijo un inspector del Instituto de Movilidad de Quintana Roo (Imoveqroo).

Sin embargo, regular el tema del transporte y que tanto, leyes como reglamento se respete, le compete de forma directa al Estado, sobre todo cuando se trata de unidades que operan con una concesión otorgada por el gobierno de Quintana Roo como es el caso de los taxistas.

En la Zona Hotelera y en cualquier punto de la ciudad, circulan decenas de unidades con los cristales completamente polarizados, lo que se convierte en un verdadero riesgo por el tema de seguridad, ya que desde afuera, no se aprecia quién va adentro de la unidad y esto, se presta para muchas malas interpretaciones.