Quintana Roo

Incertidumbre en la hotelería

De la Redacción

La sobreoferta de plazas aéreas que existe hacia el Caribe y la bajada de precios en las tarifas hoteleras mantienen preocupado al sector, puesto que implicaría que se abaraten todavía más los precios.

En Cancún se vaticina que, durante las semanas más fuertes de la temporada estival, se superarán 15 vuelos semanales desde España, sobre todo, después de que dos de las principales aerolíneas que vuelan a los grandes destinos de playa de la zona hayan aumentado este año sus frecuencias.

Esta situación está causando el temor entre los grandes emisores españoles, en un momento que, además, es poco favorecedor para el país, puesto que los hoteleros españoles están teniendo que recurrir al turista nacional para paliar las bajadas del mercado inglés y alemán, que prefiere los precios más baratos de Turquía o, incluso, opta por quedarse en sus países ante el buen clima actual del viejo continente.

Con ello, la guerra de precios se anticipa que este año será más encarnizada que nunca, pues también los hoteleros de Cancún y Riviera Maya están teniendo que tirar los precios con descensos de un año a otro nunca vistos ante la caída de su principal mercado, el estadounidense.

Los hoteleros de Cancún y Puerto Morelos ya han reportado 20 puntos porcentuales de baja en las reservaciones para julio y agosto, respecto al año pasado, situación que se traduce en una bajada en los precios de hasta un 15%.

Además, los nuevos hoteles que están abriendo en Riviera Maya y en Cancún están teniendo que hundir las tarifas habituales en su categoría para lograr posicionarse ante la falta de fondo de comercio, lo que está provocando el enfado del resto de resorts que existe en el Caribe mexicano.

En España, ya son muchas las agencias que ofertan paquetes al Caribe por 650 euros por semana con vuelo y ‘todo incluido’ en pleno pico de venta del año, lo que augura que este verano pueden batirse récords de precios bajos y rentabilidad mínima para los grandes de la intermediación turística.

Los grupos emisores también afrontan para sus aerolíneas un escenario de encarecimiento del petróleo, por lo que todo pinta a que el cierre de 2019 muestre un recorte de ganancias en los principales conglomerados turísticos del país, tras unos últimos años creciendo y evitando con ello la consolidación del Sector.

 

Se trabaja para el invierno

Asimismo, como parte de las acciones de promoción turística para seguir atrayendo más visitantes a Quintana Roo, Darío Flota Ocampo, director general del CPTQ, encabezó una gira de trabajo para sostener reuniones con las aerolíneas United, JetBlue y Delta en las ciudades de Chicago, Nueva York y Atlanta respectivamente, para revisar los planes de rutas y la programación de itinerarios de la próxima temporada invernal.

La agenda inició en Chicago, reunión con ejecutivos de United, con quienes se revisó la planeación de vuelos y capacidad de asientos para Cancún y Cozumel para los siguientes meses.

Además de Flota Ocampo, también estuvieron presentes Lizzie Cole, directora de Promoción; Alejandro Vales director de Rutas del Aeropuerto Internacional de Cancún y Aidee Reyes, gerente de Análisis y Desarrollo de Rutas de Asur.

La jornada incluyó cita con JetBlue en Nueva York, que vuela a Cancún desde Boston, Nueva York, Orlando y Fort Laurderdale. A medio día, se realizó una comida con medios de comunicación y blogueros para dar una presentación de las novedades que ofrece el estado, el Caribe mexicano y de Maya Ka’an como el nuevo destino turístico.

Al término de las reuniones, el director del CPTQ concluyó: “Las tres aerolíneas coinciden en tener una visión optimista para la próxima temporada invernal en que el mercado aéreo de sus diferentes orígenes hacia Cancún y Cozumel tendrán una temporada con incremento de asientos, están viendo que mejora la intención de compra de viajes y hay algunas circunstancias que repercutieron en la reducción de asientos como el retraso en la entrega de nuevos aviones y también aquellos que contaban con una flota importante de aviones Boeing 737 Max y por cuestiones de seguridad tuvieron que quedarse en tierra, esto afectó la operatividad pues se tuvo que optar por seleccionar las rutas que tenían mayor rentabilidad y afectaron algunas otras, entre ellas algunas que iban a los aeropuertos de Cancún y Cozumel”.