De la Redacción
TULUM, 10 de julio.- Un nuevo edificio establecido en la franja conocida como Punta Piedra, es acreedor a sello de clausura por parte de la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa), por violaciones a las normativas ambientales, como suele suceder en ese codiciado tramo costero.
Aunque hay uno que otro predio con el sello de clausura impuesto desde el año pasado, los trabajos no cesan, ya que a los violadores de las leyes ambientales no les interesa la protección del lugar, ni la autoridad impone lo decretado.
El primer predio clausurado por la Profepa en este 2019, ocurrió en el mes de enero y fue justo en el predio denominado “Taboo” por remoción de dunas, alterando el ecosistema. En este caso procedieron igual las autoridades municipales a través de la Dirección General de Desarrollo Urbano y Ecología, al colocar sellos de clausura.
Al parecer, ya los que han incumplido con las normativas, han resuelto su situación jurídica ante la Profepa, toda vez que los sellos impuestos en la entrada principal al interior del predio ya fueron retirados.
Por ese mismo sitio y luego de trabajos de campo llevados a cabo por inspectores de la Profepa, en un predio en donde desde la vía estatal Tulum- Boca Paila, se puede observar que la obra ya concluyó antes que le fuese colocado el sello como solía suceder en pasadas administraciones.
Enfrente del mismo predio ubicado aproximadamente a la altura del kilómetro seis, igual una obra se lleva a cabo solo que del otro lado de zona de mangle. En ese terreno también existe un sello de clausura colocado desde el año pasado, pero como comúnmente sucede con los que quebrantan la Ley General de Desarrollo Forestal Sustentable, no se respetan, continuándose con los trabajos en el interior.
Todo esto, con la implícita tolerancia de las autoridades, pues no acuden a vigilar ni menos a hacer valer sus sanciones, a pesar de que los daños que se cometen en el ecosistema son irreversibles.