Por Gerardo Reynoso
Dylan Bennett creyó fehacientemente que podía encontrar refugio en el Caribe mexicano. Después de haber asesinado a su padre en Minnesota, Estados Unidos, viajó a Cancún para crear una cortina de protección a su huida.
Su plan era bastante sencillo. Hacerse pasar por turista, recorrer las maravillas naturales de Quintana Roo y luego elegir donde viviría los próximos seis meses. Su decisión tenía dos lugares, Cancún o Playa del Carmen.
Y al igual que todos aquellos que han tomado a Quintana Roo como su refugio, Dylan supuso que no tendría problemas en poder ocultarse mientras era buscado en todo Estados Unidos por su probable participación en el homicidio del exjugador de la NFL, Barry Bennett y su esposa.
El caso de Dylan, quien finalmente fue detenido en las instalaciones del Aeropuerto Internacional de Cancún, fue entregado al FBI para su traslado a la Unión Americana, es uno de múltiples casos que se han registrado en los últimos 17 años en la entidad.
Se trata de delincuentes internacionales que han encontrado un lugar perfecto para esconderse y pasar desapercibidos, ante la poca resistencia que ofrece el aparato de seguridad oficial en el Caribe mexicano.
Esto último es lo más delicado del asunto. A lo largo de los últimos años desde el Instituto Nacional de Migración, en su delegación estatal, hasta las policías locales, han servido para que Cancún y la Riviera Maya se hayan convertido en refugios de criminales internacionales.
Los casos
En el 2017, agentes de Investigación Criminal detuvieron a Iván Fornari, quien contaba con una Notificación Roja de Interpol, por su probable responsabilidad en el tráfico internacional de estupefacientes de España a Italia.
La Procuraduría General de la República (PGR en ese momento) precisó que el extranjero de 34 años de edad, originario de Cagliari, Italia, fue detenido, en la localidad de Playa del Carmen, en el municipio de Solidaridad.
El asegurado contaba con una sentencia por cinco años, siete meses y un día de prisión emitida por la autoridad judicial de su provincia de origen.
En un comunicado, la dependencia dio a conocer que la situación migratoria de Fornari era irregular y el gobierno mexicano lo entregó a las autoridades italianas por tratarse de un prófugo de la justicia de ese país.
Recientemente, Iván Fornari, prófugo de la justicia por una sentencia criminal, por su probable responsabilidad en el tráfico internacional de estupefacientes de España a Italia, fue detenido en Playa del Carmen gracias a los mecanismos de colaboración existentes con el gobierno de Italia y de una exhaustiva investigación de la PGR a través de la Agencia de Investigación Criminal (AIC).
Ese mismo año fue detenido en Cancún Ignacio “N”, buscado por autoridades de Estados Unidos, relacionado por delitos de asociación delictuosa por importar y distribuir cocaína.
Ignacio “N” era requerido por autoridades de la Corte Federal de Distrito Sur de La Florida en Estados Unidos y es señalado por las autoridades estadounidenses como el probable coordinador de traslado de drogas a la Unión Americana y Europa, y las transferencias de estupefacientes se realizaron a través del Aeropuerto Internacional de Cancún.
El detenido además cuenta con una notificación azul que fue publicada por la Secretaría General de la Interpol, a petición de la Oficina Central Nacional de la organización internacional en México. Esta red internacional de policía criminal está activa en 190 países para obtener información y localizar a personas que representen un interés para investigaciones policíacas.
Otro caso más fue el del alemán Harry Walter Pfeil, quien originalmente fue detenido en 1997 en Playa del Carmen por agentes de la Policía Judicial Federal adscritos a la oficina de Interpol-México mediante una orden de detención dictada por el juez Segundo de Distrito en Materia Penal en la ciudad de México, con base en una solicitud realizada por el gobierno de Alemania al gobierno de México, a través de la Secretaría de Relaciones Exteriores.
En ese entonces Walter Pfeil fue señalado de tener un largo historial criminal, ya que además de pertenecer a una organización internacional de tráfico de heroína y encargarse del lavado de dinero, se le indició como un importante defraudador y dos años después fue entregado al gobierno alemán.
Más casos
Diciembre 2012
En diciembre del 2012, el Buró Federal de Investigaciones (FBI por sus siglas en inglés) solicitó la colaboración de la Policía Judicial del Estado (PJE) para poner en marcha un operativo de búsqueda y localización de un ciudadano norteamericano de nombre Michael Joseph Chávez, denunciado por el delito de violación en agravio de su hija y de su hijastra, ambas menores de edad.
El delincuente utilizaba una identidad falsa de la Universidad Autónoma de México (UNAM), haciéndose llamar Marco Antonio Sánchez Buitrón.
Llevaba viviendo tres años en Cancún y trabajaba haciendo tatuajes en las Plazas “Coral Negro” y “Terramar” en la Zona Hotelera de esta ciudad.
Finalmente fue detenido por agentes judiciales en los pasillos de la Plaza Cancún Mall, después de permanecer prófugo durante seis años.
El delincuente fue deportado a los Estados Unidos, para ser enjuiciado en ese país por delitos de orden sexual cometidos en agravio de sus hijas.
Abril del 2013
En una operación dirigida desde la ciudad de Guadalajara, Jalisco, elementos del Ejército y de la Policía Judicial del Estado detuvieron en el hotel “Handall” del centro de Cancún, a cuatro integrantes del Cártel de Jalisco Nueva Generación, acusados de asesinatos y secuestros.
Llegaron a Cancún como cualquier turista, pero su encomienda era ejecutar a “El 8” o “El Chavo del 8”, contador del Cártel del Milenio, quien llegaría a vacacionar a este destino turístico.
Los detenidos fueron identificados como Mauricio Gómez Reyes (a) “El Gordo”, Víctor Hugo Márquez Cortez (a) “Víctor”, Said Rodríguez Piña (a) “Salinas” y Carlos Gerardo Rivera Ortega (a) “Chiquilín”.
Los cuatro detenidos se dedicaban al secuestro en el estado de Jalisco y por ello el grupo de antisecuestros de esa entidad les seguía los pasos.
Después de ser detenidos fueron entregados a elementos policíacos de la Procuraduría General de Justicia del estado de Jalisco.
Julio 2014
Jeffrey Janssen Anuth de origen árabe fue detenido en Cancún por elementos de la Policía Federal Ministerial y personal de la Interpol, pues contaba con una orden de detención con fines de extradición en Estados Unidos.
Anuth formaba parte de un grupo de personas buscadas por la justicia estadounidense, por haber cometido fraudes por varios millones de dólares en aquel país y en México.
El operativo se llevó a cabo en Residencial Cumbres, ubicado sobre el bulevar Luis Donaldo Colosio con rumbo al Aeropuerto Internacional de Cancún.
Tras la detención de Anuth fue trasladado a la ciudad de México, en donde quedó a disposición de la Procuraduría General de la República (PGR), en donde esperará el proceso de extradición hacia Estados Unidos.
El árabe era buscado por los delitos de evasión fiscal y fraude, delitos que fueron cometidos tanto en México como en Estados Unidos.