Tras 15 días del paso del Huracán Delta por Quintana Roo, la barda metálica del estadio Andrés Quintana Roo, casa del Cancún FC, que estuvo a punto de caer por los fuertes vientos, continúa sin ser levantada, representando un peligro para transeúntes y automovilistas que circulan sobre la avenida Mayapán y Kabah.
El inmueble ubicado en la Supermanzana 21 y que hasta principio de año fue la casa de los Potros de Hierro del Atlante se encuentra abandonado, sin que la directiva de la nueva franquicia del Cancún FC, ni las autoridades municipales de Benito Juárez, muevan nada para levantar las estructuras y los panorámicos de metal que fueron doblados por los vientos del vendaval.
Las condiciones en las que se encuentra la instalación deportiva ha sido severamente criticado por el fundador de la Comisión de Imagen Urbana de Cancún (CIMUC), Sergio González Rubiera quien posteo en su cuenta de Facebook un texto en el que señala que este estadio le fue arrebatado a los deportistas en la administración del exgobernador, Felix González Canto y el expresidente municipal, Alor Quezada (qepd) a la llegada del Atlante en 2007.
“Lo que nos dejó el orgulloso Atlante; un Estadio abandonado y descolorido, que además le fue arrebatado en su oportunidad por Felix y Alor a la juventud Cancunense. Un espacio público de los ciudadanos hoy luce abandonado y lleno de vallas publicitarias en pésimo estado y nadie hace nada.”, publicó.
El cupo original del Andrés Quintana Roo era para 3 mil personas pero las autoridades estatales y municipales mandaron a rehabilitar el inmueble y su aforo fue ampliado para albergar a poco más de 18 mil espectadores sentados, pero su aspecto actual deja mucho que desear para ser un estadio de la Liga de Expansión MX.
Por Martín Chi