Hubo saldo blanco en Isla Mujeres con el paso del huracán “Delta”, fueron daños menores que provocó como caída de algunos albores y ramas en las vialidades los vientos de más de 150 km/h esta madrugada, informó el presidente municipal al ser consultado a las 10 horas cuando aún se sentía vientos del sur con rachas de 50 km/h.
Mientras el personal de la Comisión Federal de Electricidad (CFE) supervisaba el tendido eléctrico que tampoco se dañó, como cuando Wilma destruyó en su paso en 2005 cientos de postes, pero sí se alistaba cambiar un poste en la colonia Ampliación La Gloria, por Isla 33. Podría reactivarse el generador eléctrico antes que anochezca para resolver el apagón desde las 4 de la madrugada, según estimación preliminar de algunos funcionarios, sin embargo, oficialmente prefirieron no omitir opinión alguna.
Poco mas de 100 personas fueron alojados en cinco refugios en la isla y dos en la parte continental, incluyendo niños. En su gran mayoría familia de trabajadores, ningún turista, según se pudo constar. Ya un tercio de ellos ya habían comenzado a regresar en casa a eso de las 9 horas.
No se inundó ninguna vivienda ni tampoco se confirmó la destrucción de una casa endeble. Lo que sí tiro los fuertes vientos del norte a eso de las cinco horas fue el domo de Adultos Mayores, en la colonia La Gloria.
Se pudieron ver en la vía pública algunos cacharros como lavadoras que arrastró el meteoro a medio camino. La carretera a Garrafón se vieron algas ramas y matas caídas, sin llegar a taparla por completo, ya el personal de Protección Civil cortaba las ramas antes de las 11 horas.
Algunos extranjeros que prefirieron quedarse a la isla salieron a ver a pie los sitios de interés, después de las 9 horas, pues no había servicio de transporte aun, empero, ya comenzaron a circular algunos taxistas para dar servicio. Los camiones de transporte urbano aún se encontraban en ese entonces en el refugio anticiclónico, se espera reanudar su recorrido al transcurso de la tarde, dijo un funcionario de Transporte municipal.
La capitanía de Puerto esperaba a que mejore el tiempo para autorizar salidas de barcos de ruta a Puerto Juárez y de carga a Punta Sam, podría suceder eso al transcurso de la tarde mismo, según estimaciones extraoficiales.
Las lluvias intermitentes durante la madrugada lograron acumular suficiente año sobre el tramo de 300 metros del malecón Rueda Medina, por la pista aérea, ante el deficiente sistema de drenaje den la zona. Los demás sectores bajos, no hubo ese problema, ante la poca agua que trajo el temporal.
No hubo reporte de hundimiento de algún bote menor, aunque si vio en esas condiciones por el citado malecón, pero se trataban de botes en abandono, ya son viejos. Los más de 200 navíos de la flota menor fueron resufragados en tierra firme y por la laguna Makax. Poco más de 300 embarcaciones de mayores calados protegió esta la laguna.
Apagón
A las 4 de la madrugada se produjo el apagón que hasta las 13 horas no se había restablecido, el personal comenzó a supervisar la red a las 8 horas, no hubo caída de postes, pero si se quebró mas de un poste en el extremo superior, se espera sustituirlos.
Después del apagón, se intensificaron los vientos, entonces comenzaron a caer algunos tinacos de techo de vecinos y desprendimiento de lonas; parte de estructuras de casas de madera y negocios, sin mayores consecuencias.
En ocho refugios que usaron se instalaron en total 120 personas, de los cuales 46 son menores de edad. 57 de la Isla y en el resto en el continente, de acuerdo a los siguientes inmuebles:
El DIF habilitó un espacio para 29 personas; el refugio anticiclónico, 14; el local del sindicato municipal, 3; local de taxistas, 3; secundaria insular 8. Zona continental, Centro Comunitario 22, Colegio de Bachilleres, 19 y primaria “Enrique Estrella” 22.
“No me asusté”
La joven trabajadora de la tortillería “Mamá Lolita”, Mariana Gómez Martínez, de 19 años, dijo que no se asustó con el meteoro, ella fue llevada por personal del gobierno municipal al refugio anaticlónico a las 18 horas de ayer. Cenó jugo y galletas en el inmueble.
Durmió en la misma colchoneta con sus dos amigas que trabajan en una joyería, fue entrevistada para conocer sus impresiones, “ahora tengo para contarle que pude presenciar el paso de un huracán”, dijo sentada mientras que amigas les observaba acostadas.
Ella proviene de Simojovel, Chiapas, en compañía de su esposo que también fue alojado al mismo lugar, pero apartado para dormir. Su experiencia con meteoros fue creciente de ríos cuando llueve mucho en su pueblo.
Por Ovidio López