Ni los fenómenos meteorológicos pasados trajeron tanta lluvia como la registrada ayer a raudales, por consiguiente, en menos de media hora, inundó calles, predios y hasta el parque principal de esta ciudad.
Protección Civil tuvo que activarse para destapar registros drenajes y alcantarillas que se habían tapado con la basura que arrastró el agua que bajó de las partes alta de José María Morelos a la zona centro.
Los policías de vialidad se movilizaron para colocar señales restrictivas en las arterias donde el agua subió de nivel hasta los 60 centímetros, los cuales, en algunos puntos de la ciudad, provocó inundaciones en los predios.
La lluvia empezó poco después de las cinco de la tarde, pero de manera muy ligera; sin embargo a eso de las 5:30 empezó el “diluvio”, pues ya el agua caía a raudales por lo que rápidamente las calles empezaron a inundarse.
A eso de las seis de la tarde, se pudo ver durante un recorrido que se hizo por la ciudad que las calles céntricas y el parque central estaban totalmente inundados, lo que provocó que varias calles fueran cerradas a la circulación.
Un vecino de la colonia Guadalupe que se identificó como don Joaquín Blanco dijo que ayer estuvo muy fuerte la lluvia en la ciudad, lo que inundó la calle por donde está su casa.
Dijo que la lluvia que no habia caído con Gamma y Delta es la que se precipitó ayer aquí, pues hizo ver que en menos de media hora inundó las calles de las colonias céntricas.
Las calles que se inundaron en la zona centro fueron Miguel Hidalgo, Jacinto Canek, Felipe Carrillo Puerto, Santiago Pacheco, Huay Max, Chilam Balam y parte de la avenida principal, entre otras.
El parque central se anegó en el área de jardineras y andadores que dan hacia la Miguel Hidalgo y la calle principal de esta ciudad.
La lluvia se mantuvo parte de la noche del viernes, y la tarde de este sábado, la cual volvió a inundar las calles de la zona centro.
LUSIO-3-5- El parque municipal de esta ciudad y varias calles de la ciudad quedaron inundadas en menos de dos horas tras las intensas precipitaciones.
Por Lusio Kauil