Al menos cinco aeronaves que han sobrevolado de forma ilegal la frontera entre Centroamérica y Quintana Roo los últimos tres meses han sido detectados por el Sistema Integral de Vigilancia Aérea (SIVA), una red de radares mexicanos que monitorea la actividad en la zona sur de México y que el pasado 27 de octubre fue determinante para la localización de una aeronave que transportaba tonelada y media de cocaína, cuyo piloto fue obligado a aterrizar en el Aeropuerto de Chetumal. Este es el quinto vuelo ilícito con droga que es interceptado y asegurado por las fuerzas armadas mexicanas en la Península de Yucatán en los últimos tres meses. Tres de los vuelos más recientes tenían matrícula mexicana, procedentes de Venezuela y Guatemala.
De acuerdo con datos de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena), los estados con mayor presencia de aeronaves ilegales son Sinaloa, Durango y Quintana Roo. En lo que va del año se han asegurado 20 aeronaves, de éstas, 8 han sido en Quintana Roo. El dato más revelador es que se han asegurado un total de siete toneladas de cocaína, de las cuales al menos la mitad ha sido en el estado.
El SIVA ha detectado desde el 2014 al menos mil 356 vuelos vinculados con el narcotráfico, por lo que el aseguramiento de las 20 aeronaves representa solo el 1.4% de los vuelos ilegales detectados.
El último de estos vuelos ocurrió entre la noche del 26 de octubre y la madrugada del 27 de octubre, cuando fue asegurado un avión Hawker matrícula XB-RCF, con número de serie 258051 (estatus vigente), dos más lograron escapar al operativo montado entre la Sedena y la Secretaría de la Marina (Semar).
En lo que va del año son ocho las aeronaves que han sido aseguradas por ser utilizadas para el trasiego de droga de Sudamérica hacia el sur del estado, al igual que la incautación de una embarcación, que trasladaba sustancias ilegales por vía marítima.
SIVA cuenta con cuatro radares en la zona sur de México, además de otro en el norte y varios más que son desplazados vía aérea, además de estar coordinados con la Agencia Federal de Aviación, ubicados en todas las terminales aéreas y enlazadas con Guatemala Belice, El Salvador, Colombia y Estados Unidos.
Fue en Colombia donde se detectó en primera instancia la aeronave, la cual desapareció de los radares, hasta que volvió a ser detectada ya sobre espacio aéreo mexicano. Esto produjo el operativo que llevó al decomiso de 54 empaques de cocaína, con un valor de 392 millones 812 mil 500 pesos (valor en el mercado americano), además de la detención de una persona, quien fungía como piloto, el aseguramiento de un jet, dos camionetas y una pista clandestina.
De acuerdo con datos de la Sedena, en lo que va de la presente administración federal, se ha logrado el aseguramiento de 69 aeronaves ilícitas, 11 toneladas de cocaína, dos mil 191 kilos de metanfetamina y 298 mil 775 pastillas de Fentanilo.
Es decir, tan sólo el aseguramiento del pasado 27 de octubre en Chetumal, representa 13.65 por ciento de toda la cocaína asegurada a través del SIVA en lo que va la actual administración federal.
No obstante, en lo que va del año, en la zona de Chetumal y Belice se han incautado al menos de 3.5 toneladas de cocaína en diversos decomisos y golpes a la red de trasiego de drogas vía área, lo que representa, en total 31.8 por ciento de la cocaína asegurada en lo que va de la actual administración federal (23 meses), gracias al SIVA.
Año intenso
El 2020 ha sido un año activo en aseguramientos de aviones ilícitos con fines de transporte de drogas. En lo que va del año se han reportado ocho aseguramientos, e incluso un enfrentamiento armado entre elementos del ejército y narcotraficantes sobre la carretera federal, después de un aterrizaje de emergencia, que derivó el en incendio de una aeronave.
El primer narcojet que se aseguró en el estado, ocurrió en la comunidad de Nuevo Israel municipio de Felipe Carrillo Puerto, el día 27 de enero, luego de que el Ejército Mexicano y las corporaciones de Belice blindaran la zona fronteriza entre ambos países para evitar los aterrizajes clandestinos para el desembarque de droga, la zona de operaciones de los narcotraficantes se desplazó a la zona centro de Quintana Roo.
En la persecución de los delincuentes se registró un enfrentamiento con activos del Ejército Mexicano, que arrojó un soldado muerto y tres heridos, siendo uno de los lesionados el comandante de la XXXIV Zona Militar, General de Brigada Diplomado del Estado Mayor José Luis Vázquez Araiza.
En este operativo comandado por las autoridades de la Secretaría de la defensa nacional (Sedena) se lograron decomisar alrededor de una tonelada de cocaína y detener a dos narcotraficantes, junto con dos camionetas y armas de grueso calibre.
A pesar de estos hechos, al día siguiente, el 28 de enero, el Ejército Mexicano aseguró otro narcojet, el cual aterrizó en el Aeródromo de Majahual, cerca del Muelle de Cruceros de la Costa Maya, cargado de droga.
Se trata de un avión Gulfstream Aerospace G-1159 con matrícula N18ZL, color blanco con rayas rojas y azules, el cual era pilotado por Aldo L. M. y Miguel Ángel B. V., el primero venezolano y el segundo de nacionalidad boliviana, y que trajo un cargamento de aproximadamente una tonelada de cocaína, cuyos paquetes estaban estibados entre los asientos.
Para el 24 de abril un jet bimotor King Air sin matrícula fue abandonado y posteriormente asegurado por elementos de la Guardia Nacional en la periferia de la comunidad menonita de Salamanca, Bacalar, aparentemente había sido utilizado para el trasiego de droga desde Sudamérica hasta nuestro país.
En el operativo que desplegó la Guardia Nacional para localizar el narcojet hubo cuatro personas detenidas, las cuales se encontraban en las cercanías del avión asegurado, éstas fueron llevadas a las instalaciones de la Fiscalía General de la Republica (FGR).
El cuarto Jet fue asegurado en la comunidad de Morocoy, en donde autoridades militares encontraron el 27 de mayo un narcojet calcinado, asegurado por elementos del Ejército Mexicano en un camino sacacosechas, en las inmediaciones del poblado Morocoy, en Othón P. Blanco.
La aeronave, presuntamente tipo Hawker doble turbohélice, aparentemente aterrizó esta madrugada y fue descargada inmediatamente por los delincuentes, la cual consistía presuntamente en dos toneladas de cocaína.
Tres semanas después, el día 16 de junio, los elementos del Ejército y la Marina aseguraron un narcojet en la zona de siembra de caña conocida como Las Mil, en las cercanías del poblado Javier Rojo Gómez. Los traficantes lograron aterrizar la aeronave y descargarla, para luego darse a la fuga sin contratiempos, además de descargar lo que se estima era una tonelada de droga.
El sexto decomiso ocurrió en la carretera federal Chetumal-Umán, en las cercanías del poblado de Petcacab, en donde una aeronave fue asegurada por elementos del Ejército, en donde se realizó un gran operativo por parte de las autoridades que forzaron a la aeronave a descender en la carretera.
En este operativo no hubo personas detenidas, pero realizaron dos decomisos de drogas, los cuales supuestamente se encuentran relacionados con este hecho.
El séptimo avión decomisado por las autoridades ocurrió el día 5 de octubre cuando los elementos de la Sedena, realizaron el aseguramiento de una jetbimotor completamente incinerado, en las inmediaciones de un camino rural en las cercanías de la comunidad de Sergio Butrón Casas.
En este último hecho, los presuntos narcotraficantes pudieron descargar el contenido de la aeronave y posteriormente quemaron el jet para que no pudiera ser identificado o rastreado.
A esto se suma que el 1 de septiembre, elementos de la Secretaría de Marina Armada de México lograron el aseguramiento de una embarcación en las cercanías de Banco Chinchorro, en las costas del sur del estado.
En lo que va del año se han incautado al menos 3.5 toneladas de cocaína, además se ha detenido a nueve personas. Sin embargo, también se han dado enfrentamientos armados, donde tres soldados han resultado heridos y uno muerto.
A esto se suman al menos tres narcoavionetas que lograron aterrizar y descargar su contenido, de aproximadamente tres toneladas.
Hasta el momento este tipo de hechos confirman la presencia de células delictivas en el sur del estado que se dedican al trasiego de droga a gran escala, proveniente de Sudamérica y cuyo destino son los Estados Unidos y usan el sur de la entidad como trampolín para llegar a su destino.
Por La Redacción