La atención de las parteras incrementó el 300 por ciento, ya que antes de la emergencia sanitaria por COVID-19 las comadronas atendían en promedio 11 partos mensuales, y brindan atención a 30 alumbramientos, de acuerdo con información de la Jurisdicción Sanitaria Número dos.
Por su parte el Hospital General de Cancún“Jesús Kumate Rodríguez” reportó un descenso de nacimientos ya que en el mes de septiembre se registraron 590 nacimientos y en 2020 en la misma fecha sólo se han reportado 467, dio a conocer Aurelio Espinoza director general del nosocomio.
El director explicó que el mes de septiembre es el que mayor número nacimientos se atienden durante el año, sin embargo, en 2020 no fue así, esto es por el temor que sienten las mujeres atenderse en los hospitales por la pandemia, de hecho en el mes de mayo se redujo hasta en un 40 por ciento, además que en los meses de confinamiento el nosocomio fue reconvertido en un 90 por ciento en atención COVID-19, sin embargo la atención se brindó de manera normal.
Las parteras cuentan con una capacitación de parte de la Jurisdicción Sanitaria Número dos y al finalizar los cursos se les entrega una certificación, para que puedan atender los alumbramientos sin ningún problema, una vez que nacen los niños, se cita una vez a la semana a las comadronas con las mamás para entregar el certificado de nacido vivo y puedan tramitar el acta de nacimiento en el Registro Civil.
De acuerdo con el grupo de parteras certificadas en Cancún, las mujeres embarazadas van a consulta de control prenatal, donde se les realiza un cuestionario, además se les toma la presión y la futura mamá se pesa, ya con la información las comadronas calculan la fecha del nacimiento, estas consultas tienen un costo de 200.
Con los cursos que toman en la jurisdicción sanitaria a las comadronas se les enseña a leer los exámenes médicos prenatales y las ecografías para distinguir el sexo del bebé, además de la detección temprana de alguna anormalidad con el producto o con la mamá y se atendida a tiempo, si el bebe no se logra acomodar en la posición correcta antes de nacer, la partera cuenta con la habilidad de mover al bebé por medio de una técnica a la que llaman sobada y para ello cobran alrededor de 250 pesos.
Al momento del nacimiento, a la familia se le pide que el lugar donde nacerá el bebé se encuentre limpio, además de vendas, gasas y agua caliente. Antes de la pandemia podían presenciar el nacimiento los que quisieran, sin embargo a raíz de la contingencia sanitaria, sólo pueden estar presentes dos personas más, además de mantenerse alejados de la mamá y usar de manera obligatoria el cubrebocas.
Un servicio de alumbramiento tiene un costo aproximado de seis mil pesos que los papás pueden ir pagando en abonos durante el embarazo, además que el precio depende de la comadrona que los atienda.
Para recibir una atención óptima sin poner en riesgo la salud de la mamá y del bebé es necesario consultar a una partera certificada, ya que es importante la experiencia para evitar complicaciones durante el nacimiento.
Por Angélica Gutiérrez