De todos los juzgados tradicionales que se crearon después de que se aprobó la Ley de Derechos Indígenas en 1997, sólo uno se estableció en el municipio.
La casa del juez tradicional se estableció en la localidad maya de Pozo Pirata, en José María Morelos, una población de unos 300 habitantes localizado por la zona de Zafarrancho.
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Tito Raciel Marin Chan, titular de la casa del juez tradicional, dijo que en esa localidad se tratan los casos de delitos menores no tan delicados, a través del diálogo entre las partes.
Explicó que los castigos que se imponen son mayormente de tipo labor social y unos tantos monetarios.
Indicó que la presencia del juez tradicional ha devuelto la tranquilidad a la comunidad porque ahí los asuntos se tratan de manera directa y no se presiona a nadie para que acepte o no su culpa, tampoco se impone cárcel a las personas que resultan responsables de los delitos, sino lo que se impone es trabajo social.
Con información de Lusio Kauil