Cámaras empresariales expresaron de manera enfática que rechazan la implementación de nuevos impuestos que impactan al sector turístico, así como también el incremento de los que ya existen, pues se puede perder la nueva generación de empleos que son el sustento de la entidad.
Distintos organismos, entre los que destacan la Asociación Mexicana de Agencias de Viajes (Amav), la Asociación de Hoteles de Cancún, Puerto Morelos e Isla Mujeres, así como las de Tulum Riviera Maya, Cozumel y el sur del estado, la Asociación de Mujeres Empresarias (Amexme), Asociación de Clubes Vacacionales (Acluvaq), el Consejo Coordinador Empresarial de Cancún, Riviera Maya y Chetumal, entre otras, coincidieron en que si llegaran a aplicarse los aumentos en los impuestos, será devastador para la economía de Quintana Roo por la actual crisis económica provocada por la pandemia mundial de coronavirus, que hasta el momento ha afectado durante más de ocho meses a la entidad.
“Expresamos de manera respetuosa pero enfática nuestra postura en contra de que se implemente cualquier tipo de derechos o nuevos impuestos que impacten al sector turístico y rechazamos al mismo tiempo el incremento a los impuestos existentes. Lo que hoy se requiere con urgencia son estímulos e incentivos para captar e incrementar turismo internacional y garantizar la supervivencia de las empresas turísticas que ya están tremendamente afectadas, que coadyuven de manera importante a la tan necesaria reactivación económica. No hacerlo pone en riesgo la generación de empleos y la buena marcha de la única industria de la que vivimos todos los de Quintana Roo”, concluyeron.
Las asociaciones empresariales demandan un parlamento abierto en el Congreso del Estado con los diputados de la XVI Legislatura, para platicar y buscar mecanismos que ayuden mejorar la recaudación sin que se dañe aún más la industria turística, pues muchos de estos organismos tratan de que los empresarios se mantengan a flote y les ofrecen cursos o pláticas sobre cómo recuperar las compañías ante la actual crisis económica por la contingencia sanitaria debido al coronavirus.
En la actualidad el impuesto al hospedaje aplica una tasa del tres por ciento sobre el valor de la facturación y/o contratación de los servicios considerados. Hay propuestas de elevar esta tasa hasta el cinco por ciento, para mejorar la recaudación que este año ha sufrido una importante caída, ante el descenso en la llegada de visitantes.
Por Karla Cauich