"Le arrebataron sus sueños, él quería comprar su casa, tener una moto, hijos y ser muy feliz a lado de su esposa; mi hijo era muy joven cuando me lo asesinaron, pero no descansaré hasta que los responsables paguen por su crimen", es la expresión de Mariana Cruz, madre de William Ariel, localizado en el cementerio clandestino del hotel Planet Hollywood.
William Ariel Llanes Cruz, tenía 20 años, cuando desapareció el 15 de septiembre de este año, en su primer día de trabajo como ayudante de tablaroquero en el mencionado desarrollo turístico, recientemente había perdido su empleo como pulidor de pisos a causa de la pandemia y la responsabilidad de mantener a su esposa y construir su casa no le permitían tomarse un solo día de descanso.
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Sin saberlo fue el inicio de la pesadilla de Marina Cruz, quien desde su casa preparó todo para esperar a que su hijo llegara a celebrar el tradicional Grito de Independencia, sin embargo, la noche se convirtió en día y William no llegó como habían acordado.
"Me encontraba yo en la casa cuando recibí la llamada de mi nuera para decirme que mi hijo no había llega a dormir y desde entonces comencé a preocuparme porque él no tomaba, no fumaba y era un joven dedicado a su familia, por lo que se me hizo bastante extraño", recordó Mariana con la voz entrecortada.
“Lo buscamos por todos lados, en la cárcel, hospitales, en la fiscalía, en todos lados, para saber si le había pasado algo y todos dijeron que no sabían nada de una persona con ese nombre entonces comenzó para mi esta pesadilla” , enfatizó la afligida madre.
Para Mariana los días, semanas y meses posteriores fueron una tortura, pero siempre guardó la esperanza de verlo llegar a su casa con una sonrisa en la cara, miles de cosas pasaron por su mente, pero cada rayo de luz le devolvía la esperanza de encontrarlo con vida.
Parecía que William se hubiera esfumado entre los edificios del desarrollo turístico, nadie sabía qué había pasado con él, las autoridades no investigaron y archivaron la denuncia por desaparición en las gavetas de la división de personas desaparecidas conformada por tan solo cuatro agentes de investigación.
La zona de Costa Mujeres donde desapareció William ha destacado en los últimos años y se perfila como la zona hotelera de Isla Mujeres, con grandes resorts de alto turismo, centros comerciales y todos los lujos para el turismo extranjero que visita las playas caribeñas, por lo que hoteles y plazas se construyen a ritmo vertiginoso y albergan más de mil obreros.
La concentración de obreros atrajo la atención de una pandilla originaria de Cancún que inició su carrera delictiva como brazo armado del grupo criminal, hasta independizarse y reclamar como su territorio algunas regiones de clase media baja y la apartada zona de Isla Blanca, utilizada principalmente para el trasiego de contrabando.
Como “dueños de esa zona costera” comenzaron con la venta de droga a los trabajadores de la construcción y poco después implementaron el cobro semanal a los albañiles y a los contratistas por cada trabajador que labora en ese lugar.
Las ejecuciones en las puertas de las construcciones no se hicieron esperar, cualquiera que representara un obstáculo para el grupo criminal era eliminado, sin embargo, las autoridades preventivas no redoblaron la vigilancia.
En la zona de Isla Blanca la Fiscalía General del estado ha contabilizado en los últimos dos años una docena de ejecuciones y ocho carpetas de investigación por desaparición tan solo en un área de aproximadamente 10 kilómetros, que habitan visitantes ocasionales y pescadores locales.
Para Mariana Cruz los días eran interminables y de incertidumbre, hasta el 12 de noviembre cuando fueron detenidos Manuel y Ezequiel N, y confesaron la existencia de una fosa clandestina en los terrenos del desarrollo turístico Planet Hollywood que pretende ser inaugurado el próximo 15 de diciembre.
En el lugar las autoridades ministeriales han localizado hasta el momento cuatro osamentas, una de ella era la de William Ariel Llanes Cruz, quien fue reconocido gracias a la vestimenta que portaba al momento de su desaparición.
La noticia fue notificada sin previo aviso a Mariana por la Fiscalía General del Estado (FGE) que en su afán por calmar las exigencias de justicia y manifestaciones de los familiares de obreros desaparecidos en ese lugar le dio a conocer la muerte de su hijo “a lo cara de perro” según las propias palabras de la madre de William.
“No iba preparada fui a una reunión para que nos dijeran como iban realizar los trabajos de búsqueda o si iban a parar la construcción del hotel y el fiscal (Óscar Montes de Oca) soltó la noticia valiéndole la madre que estuviera lleno de gente, a lo cara de perro, con un chingo de gente y nadie se acercó a darme el pésame, quería salir a la calle y aventarme para que me matara un carro, quedó muy formal de apoyarnos y hasta hoy ni una llamada ni nada, igual que el presidente de Isla Mujeres Juan Carrillo Soberanis, ese es otro mentiroso”.
"En ese lugar puede existir hasta una docena de trabajadores enterrados y yo no descansaré hasta que sean sacados de ese lugar y al igual que yo sus familiares tengan donde llorar o llevarle flores, si es preciso voy a derrumbar el hotel", enfatizó.
Frágil por la diabetes e hipertensión asegura que sólo espera los resultados de las pruebas genéticas para confirmar conforme a la ley que se trata de su hijo y darle cristiana sepultura, mientras tanto recibe ayuda psicológica y le pide al Creador fortaleza para soportar los meses o años que le quedan de vida sin su gran amor, sin el niño de la casa, sin William Ariel.
Para Mariana Cruz es difícil sostener una plática sin que las lágrimas no aparezcan, por momentos parece que se va a desmayar, mientras se aferra a los brazos de su esposo y su hija menor, sólo ella exterioriza el sufrimiento de toda una familia que perdió a uno de sus integrantes en el “hotel horror”, como ya es conocido el Planet Hollywood de Costa Mujeres.
Cifras de la Comisión Nacional de Búsqueda (CNB) de la Secretaría de Gobernación (Segob) señalan que en Quintana Roo de enero a la fecha existen 29 personas desaparecidas, de las cuales 11 ocurrieron en Benito Juárez, dos en Isla Mujeres y los demás en el resto de la entidad.
Por La Redacción