El fervor Guadalupano se siente en hogares, se nota en las redes sociales, pero disminuyó en las carreteras federales y estatales por la pandemia del coronavirus, sin embargo, algunos cumplen con sus promesas por la fe que le tienen a la Virgen de Guadalupe, señaló el párroco David Alberto Martín Leal.
Se abrió por unas horas el Santuario Guadalupano guardando siempre las medidas de seguridad y bajo la supervisión de personal del ayuntamiento de Othón P. Blanco y de la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (Cofepris), incluso se mandó a blindar la entrada de la iglesia para evitar aglomeraciones.
Por su parte, Ismael de Jesús Dzib Poot y Martín Dzib Tuz, representantes del grupo de antorchistas que planearon su recorrido de Buena Esperanza, municipio de Bacalar a Chetumal, afirmaron que pese a la pandemia cumplieron con la promesa que realizaron.
Tienen contemplado arribar el 12 de diciembre antes de la medianoche a la comunidad en donde los esperan para concluir con las fiestas de la Virgen de Guadalupe.
En tanto, Abel Sánchez Ramos, líder del grupo antorchistas guadalupanos de la comunidad de Nuevo Bécar, afirmó que los jóvenes cumplen un año más con la promesa que le hicieron a la Virgen de Guadalupe.
También acudieron a la iglesia a dejar sus ofrenda la familia May Pino, de la comunidad de Petcacab, los antorchistas de Zamora, municipio de Bacalar; San Pedro Peralta y de La Unión, en el municipio de Othón P. Blanco.
Por Luis Enrique Tuz