Quintana Roo

Quintana Roo registra aumento del 200% en casos de acoso sexual 

Los casos de acoso sexual se han incrementado un 200% durante los últimos cinco años en Quintana Roo; este año se han interpuesto 158 denuncias.
Existe una tendencia a que los casos de acoso sexual ocurran en el trabajo / Mario Hernández

Los casos de acoso sexual en Quintana Roo han aumentado hasta en doscientos por ciento en los últimos cinco años, de acuerdo con cifras del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SESNSP).

Los datos señalan que durante todo el 2015 se abrieron 52 carpetas de investigación, mientras que de enero a octubre de este año se han interpuesto 158 denuncias por acoso sexual en todo el estado, en las cuales, los inculpados son principalmente hombres.

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Fuentes de la Fiscalía General del Estado (FGE) mencionaron que existe una tendencia a que los casos de acoso sexual se den en el trabajo, principalmente por hombres que aprovechan su condición laboral como jefes para cometer el delito.

Aseguraron que más del ochenta por ciento de las investigaciones apuntan a empresas privadas, donde son los hombres quienes se encargan de hacer propuestas indecorosas o insinuaciones a sus empleados y empleadas, aprovechando su condición dentro de la jerarquía de la empresa.

Reconocieron que hasta el momento ninguno de los agresores ha pisado la cárcel, porque la pena máxima son sanciones económicas como reparación del daño y por lo general la empresa pone fin a la relación laboral con el agresor.

Sin embargo, también se han denunciado casos de hombres que en estado de ebriedad faltan al respeto de manera recurrente a sus vecinas y son denunciados por acoso sexual ante las autoridades ministeriales.

En el caso de Ximena R. N., de 25 años, aseguró que un hombre que rentaba una casa cercana a su domicilio todos los días esperaba que ella pasara por la acera para lanzarle piropos y realizarle insinuaciones sexuales.

Explicó que por más de dos meses soportó la falta de respeto de este individuo, hasta que lo confrontó cuando ofreció pagarle a cambio de sexo y fue cuando llamó a la policía para que fuera detenido, pero el agresor se ocultó en su domicilio.

Aseguró que con la ayuda de algunos vecinos averiguó su nombre y acudió ante la Fiscalía General del Estado (FGE) para interponer la denuncia correspondiente, pero como a los pocos días el agresor dejó la casa que rentaba cerca de su vivienda y no volvió a saber nada de él, no le dio seguimiento a la denuncia que interpuso.

Otro caso similar es el de Alejandra N., quien no denunció pero se vio obligada a dejar su trabajo como vendedora ambulante en el primer cuadro de ciudad, debido que era molestada por un grupo de taxistas que hacían sitio a unos metros del lugar donde establecía su puesto.

Por La Redacción