Por Luis Enrique Cauich
HOLBOX, LÁZARO CÁRDENAS, 19 de febrero.- De paraíso, Holbox se va convirtiendo en una quimera, su verde colorido que le daba la naturaleza que lo rodea está pasando a un gris concreto lúgubre y moribundo con el que se construyen ahora las edificaciones que superan hasta los niveles de altura que se deberían permitir, por la complacencia de las autoridades federales que otorgan las MIA y quienes autorizan los permisos de construcción.
El Consejo de Desarrollo Holbox, en un amplio escrito, expresa su sentir con respecto a la isla que va perdiendo su encanto e incluso los propios habitantes deciden enviar a sus hijos a otros lugares con el fin de protegerlos, mientras a la isla llegan otros con necesidades de trabajo, pero les toca vivir hacinados en condiciones insalubres.
Esto representa la otra cara del desarrollo que va teniendo Holbox y la sobreexplotación del ramo turístico, que no deja espacios para edificaciones en la que los trabajadores puedan vivir cómodamente, puesto que la explotación turística eleva los costos de renta que no pueden pagar individualmente y buscan vivir en grupo para dividir el pago.
El desarrollo ha traído beneficio para unos, pero a la par se incrementa el alcohol, las drogas, la inseguridad, la violencia, los robos, que le van robando la tranquilidad que caracterizaba a esta isla considerada un paraíso en la tierra.
Señala que habrá algunos que seguirán compartiendo, aquellos artículos que hablan de Holbox como un paraíso, y que sigan vendiendo al turismo esa imagen, aunque ya es bastante claro que para quienes viven en esta isla eso sólo ha quedado en una triste ilusión.