Por Salvador Canto
El compromiso del gobierno de la República es afrontar el tema del sargazo como un problema de Estado, y se está cumpliendo, pues ya se cuenta con dos embarcaciones sargaceras listas para atender las zonas que les sean destinadas en cuanto lo determinen los miembros del comité técnico operativo que encabeza la Secretaría de Marina (Semar) y gente del gobierno del estado.
Lo anterior fue comentado por funcionarios de la Capitanía Regional de Puerto, que señalaron que las embarcaciones, pese a que fueron diseñadas por la Semar, tuvieron que pasar las pruebas correspondientes y ya cuentan con sus respectivos permisos para operar.
Este miércoles se dio a conocer que, como parte de la estrategia conjunta del gobierno de Quintana Roo y la Semar para mantener las playas libres de sargazo, ya arribó a las costas del Caribe mexicano el buque sargacero costero ARM “Fluitans” (BSC-201), lo que permite desde ahora, tener a la mano equipos para afrontar con anticipación el problema de la arribazón de sargazo.
Cabe decir que dicho buque sargacero es el primero construido en el astillero de la Secretaría de Marina, con las aportaciones económicas de los municipios y del estado, y se suma a uno que fue reparado por la misma autoridad naval que era del gobierno estatal y que realizará la misma función.
Fuentes de la Semar indicaron que el buque Kelsol, que fue donado por el Instituto de Administración de Bienes y Activos del SAT, y que tras cumplir con todos los protocolos les fue entregado en donación en Baja California, ya está en Veracruz, donde le están haciendo algunas adecuaciones y en cualquier momento también será traído a Quintana Roo para ser empleado para la atención del sargazo.
“Se están cumpliendo los acuerdos, se trata de un compromiso que hicieron el Presidente de la República y el gobierno del estado para afrontar juntos esta temporada de sargazo”, dijo la fuente consultada.
Es importante recordar que el acuerdo es que la Secretaría de Marina es la que tendrá el control operativo del plan para atender el problema del sargazo, y a diferencia de otros años, en este se aclaró que no se iban a comprar embarcaciones y mucho menos se iban a licitar equipos a empresas que ofrecen poner barreras, debido a que estas no sirven.
Fue ahí cuando se acordó que se tenía que afrontar el tema como un problema de Estado, no como problema de negocio, porque es lo que se venía haciendo en años anteriores.
Pero además, dentro del compromiso todavía está pendiente la instalación de los equipos de escaterómetros, que son una especie de radares fabricados por la Universidad de Baja California.
Estos equipos podrán detectar con exactitud el desplazamiento de los bancos de sargazo pelágico que desde 2010 se originan en la parte norte del delta del río Amazonas, y que servirán como una cuestión de prevención.