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Quintana Roo

No cayeron en el juego

Desde enero, justo cuando incrementó la producción de langosta en aguas quintanarroenses, se cerraron las fronteras de China a la importación del crustáceo a causa del Covid-19, situación que los compradores vieron favorable para intentar “machetear” al sector pesquero y  adquirir el producto a precios menores a los estipulados, pero afortunadamente los hombres de mar no cayeron en su juego, manifestó el presidente de la Federación Regional de Sociedades Cooperativas de la Industria Pesquera en el Estado, Baltazar Gómez Catzín.

Detalló que China es uno de los mejores compradores de langosta entera, viva o muerta, por lo que la mayor parte de las cooperativas de Quintana Roo recaban el producto en estas condiciones de cara a la exportación, pero a principios del 2020, cuando el crustáceo comenzó a recalar en abundancia, la amenaza del Covid-19 orilló al país oriental a cerrar sus fronteras.

“Esto ocasionó que las cooperativas pesqueras del estado quedasen con unas 70 toneladas de langosta entera sin poder comercializar porque muchos compradores llegaban, veían cinco, diez toneladas de langosta viva en cautiverio, que no se había podido exportar y querían machetear los precios, aprovechándose de la situación”, explicó el dirigente.

Dijo que, para no caer en el juego de los compradores, se optó por recomendar a las cooperativas del estado que mejor descolar que vender viva o muerta entera, pues en el segundo caso se perdería el precio y se correría el riesgo de malvender el crustáceo, de que en la próxima temporada su precio de inicio fuese incluso menor al que arrancó la recién concluida.

“El mercado de langosta viva quedó en stand by, pero tampoco caímos en el juego de los compradores, que querían ‘machetearnos’ aprovechando la coyuntura del Covid-19, cuando ellos, como intermediarios, jamás bajaron sus precios pese a que algunas cooperativas decidieron, pese a todo, aceptar sus condiciones y del mismo modo, los empresarios restauranteros siguieron vendiendo la langosta a los comensales al costo de siempre, pese a pagar menos de su valor en el mercado, por ese motivo durante estos dos últimos meses preferimos vender sólo la cola de langosta y no caer en el juego de los compradores”.

Con información de  Yolanda Gutiérrez

Por Redacción Por Esto!

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