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Masones celebran natalicio de Juárez

Ante la contingencia del COVID-19, las autoridades civiles y militares no rindieron este sábado 21 de marzo el homenaje a Benito Juárez García, cuyo busto se encuentra en el parque de Jesús, ubicado en la calle 25 con 22; en ese sitio sólo llegaron los masones de la Gran Logia de Tris, para recordar el natalicio del Benemérito de las Américas, evento que se llevó a cabo a las ocho de la mañana donde los alrededores de este parque lucieron semivacíos, en comparación del año pasado.

José Margarito Carrillo Rivero, muy respetable gran maestro de la Gran Logia de Tris, mencionó que el natalicio de Benito Juárez, ocurrido en Guelatao, Oaxaca, México, un 21 de marzo de 1806, coincide con una época de grandes agitaciones, en las que el eje es la lucha por la libertad y el progreso. Benito Juárez fue un francmasón que perteneció al Rito Nacional Mexicano, y en el que llegó a obtener el grado noveno, equivalente al grado 33 del Rito Escocés Antiguo y Aceptado, fue tan ferviente en la práctica masónica que su nombre se conserva con veneración en todos los ritos y muchas logias y cuerpos filosóficos lo han adoptado como un símbolo sagrado.

Virtudes y defectos

Carrillo Rivero dijo en su discurso que a Benito Juárez se le celebra por su condición humana, llena de virtudes y defectos, se le reconoce por sus méritos enormes al ser el ejemplo más vivo de la perseverancia en la lucha contra todas las adversidades juntas en su vida personal y en su caminar político. En su vida personal Juárez emana de la clase social e históricamente más marginada de México.

Mencionó que Juárez logra empecinarse, estudia, se hace abogado en medio de todos los reveses e infortunios, consigue ser alto magistrado de justicia, diputado, gobernador de su estado natal Oaxaca y finalmente Presidente de la República. Enfrenta a las potencias del mundo, combate la intervención francesa de Napoleón III y de un efímero y oropelesco emperador austriaco Maximiliano de Habsburgo.

Se enfrenta a uno de los cleros católicos romanos más avariciosos e intolerables del mundo de su tiempo, enriquecido hasta la sociedad con más de las dos terceras partes de las tierras de México en su poder, los llamados “bienes de manos muertas” y deseoso de ejercer preeminencia sobre el poder terrenal del Estado, no obstante el célebre mandato cristiano que dispone poner a Dios y al César, cada uno en su lugar y ámbito.

Masonería en México

Explicó que la presencia de Juárez en la masonería es indiscutible, aunque ciertamente los datos históricos son variados, a México, la masonería le llega durante la primera década del XIX ya en 1824.

Señaló que la masonería en México y en el mundo reconocen la importancia de la formación espiritual del hombre y ella misma se proclama animada por el deseo del más profundo reglamento, sus grados y diversos ritos y sistemas reconocen la existencia de Dios y solicita que sus aspirantes se pronuncien creyentes y posteriormente a sus miembros les solicita que jamás sean “estúpidos ateos ni libertinos irreligiosos”.

“El desempeño público de Benito Juárez está plagado de principios masónicos y evidencia, a todas luces, su más calada vocación religiosa y espiritual, Juárez nunca fue enemigo de la iglesia católica, pues él mismo fue profundo católico, ni él ni la masonería ni los masones mexicanos han expresado jamás oposición ni al cristianismo ni a la católica del Pueblo de México”, finalizó diciendo.

(Texto y fotos: Fernando Kantún)

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