Las colonias populares viven una realidad muy distinta al resto de los asentamientos de la ciudad, en zonas céntricas y regularizadas las personas están dentro de sus casas y muy pocas se ven en la vía pública; mientras que en las zonas urbanas como Arroyo de los Franceses y Nueva Venecia, los niños andan jugando en la calle sin ningún cuidado, pues las madres de familia tienen que ocuparse de muchas actividades y el que los menores no estén en las escuelas sí les complica incluso el tener que salir a trabajar para sostener el hogar.
Otro de los problemas es que hasta estas zonas no llegan autoridades de la Jurisdicción Sanitaria a ofrecerles medidas de seguridad para evitar contagios, ya que incluso ni siquiera abate les han entregado para mantener sus estanques de agua libres de parásitos, puesto que una de las recomendaciones es que se laven las manos constantemente.
De acuerdo a la madre de familia Griselda Maya, la situación es complicada en este sector de la ciudad, pues en su mayoría viven personas de escasos recursos que viven del comercio informal, albañilería, carpintería entre otros tipos de empleos eventuales; las mujeres se dedican al trabajo doméstico o hay quienes trabajan de limpieza en alguna empresa.
Sin embargo, mencionó que por ahora no hay trabajo, además están parando todo. Otro factor que los está afectando es que ahora los maestros han decidido mandar tareas todos los días mediante WhatsApp a los niños y los padres tienen que estar al pendiente de las tareas, ante ello asegura que tienen que quedarse en casa a cuidar a sus hijos porque no están yendo a la escuela, por lo que no trabajan.
Temor
De igual forma la señora Olimpia Pérez Robledo dijo, “con tanta cosa que está pasando, uno pues deja de salir y sí es preocupante lo que está pasando, están suspendiendo todo, al menos yo tengo un bebé pequeño y pues me da miedo por todo lo que se dice en los medios de comunicación, que es la única forma en que nosotros sabemos las cosas, pero acá no ha entrado ninguna autoridad de salud para ver el estado en el que estamos, sólo nos lavamos las manos con agua y jabón y estamos en casa, pero sufrimos con los niños porque no van a la escuela y a veces por nuestras ocupaciones, pues ellos se salen a la calle a jugar”
Por su parte, la señora Esperanza de la Cruz se refirió a que en su hogar no ha llegado ninguna autoridad a ofrecerles productos como el abate o cloro para echarle a los tinacos donde almacenan agua, puesto que se están preocupando por el COVID-19 y no por otras enfermedades que se suscitan en la colonia por criaderos de mosquitos.
(Texto y fotos: Ignacio Morales)