Por Miguel Améndola
TULUM, 23 de marzo.- La psicosis generada por el coronavirus ha complicado en las últimas semanas el censo llevado a cabo por Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), donde el personal incluso ha sido tratado de mala manera por algunos ciudadanos por temor al contagio.
El proceso de levantamiento de información de los habitantes de Tulum inició el 2 de marzo y a unos días de concluir el censo, los encuestadores expresaron que ha disminuido la participación de los ciudadanos.
Mencionaron que la gente simplemente se niega y les han llegado a decir que pueden ser transmisores de la enfermedad COVID-19 para no abrirles siquiera la puerta.
Especificaron que en las últimas dos semanas es cuando se ha intensificado el rechazo de la población una vez que el virus ya causó estragos en el país y sobre todo, en el estado.
Explicaron que al llegar a los domicilios protocolariamente se presentan, pero de inmediato reciben una negativa y a pesar de que les indican que la encuesta puede ser a distancia, los moradores simplemente no cooperan.
Expusieron que fueron preparados para lidiar con gente grosera y poco participativa, pero la situación actual es que son mirados de mala manera y señalados como portadores del coronavirus, ante lo cual nada más les queda ser gentiles, sonreír y retirarse.
Los encuestadores declararon que lamentan el trato de las personas cuando ellos usan gel antibacterial, cubreboca y guantes, y no tienen ningún tipo de contacto con los ciudadanos, más que de palabra.
Indicaron que este 27 de marzo concluye el periodo para hacer las encuestas y desconocen si realmente se tenga una contabilización completa de todas las viviendas del noveno municipio.
Incluso, se dijeron sorprendidos que en los terrenos de las invasiones han tenido un recibimiento y trató muy bonito, mientras que el resto de la cabecera no hay buena atención, pues creen que encuestadores son gente transmisora de coronavirus.