Por Ovidio López
ISLA MUJERES, 25 de marzo. – Al mediodía de este miércoles sólo se pudo observar un yate de recreo cerca de las boyas de Playa Norte. El lugar estaba casi desierto, prácticamente sin bañistas, lo cual significó un ínfimo ingreso para los negocios gastronómicos de la zona y los meseros.
Los trabajadores gastronómicos confirmaron que en los últimos días se vieron mermados sus ingresos por propinas, lo cual pone en aprieto su situación familiar por los compromisos y gastos de alimentación que deben hacer para enfrentar la cuarentena por coronavirus, al no reunir suficiente reserva para la contingencia.
Algunos esperan obtener un respaldo de sus empresas para el momento de mayor rigor de la cuarentena sanitaria que obligará al cierre temporal de estos establecimientos. “Nosotros no tenemos dinero para cubrir el gasto del hogar, la realidad es que no hubo tiempo para eso por las bajas ventas que se comenzaron a observar desde el principio de marzo”, coincidieron varios.
Otros tienen deudas con el banco o con algún prestamista, y para ellos no será nada agradable el confinamiento en puerta, porque día a día en Playa Norte se reduce la cantidad de gente. Especialmente ahora que ya se cerraron el puerto para botes de la Zona Hotelera de Cancún, Puerto Juárez y Punta Sam-Isla Blanca.
Sólo unos pocos visitantes se vieron disfrutar a sus anchas del agua, la sombra y los alimentos que servían con atención los meseros, en medio de un espacio abierto sin gente y muchos camastros vacíos.
Se enfría Punta Sur
La Punta Sur enfrenta el mismo problema, ya hay varias docenas de carros de golf que recalan en el lugar, lo cual indica que las casas arrendadoras ya no movilizan ni el tercio de su flota de más de 800 unidades. Los taxistas viven momentos difíciles, varios no logran reunir ni 100 pesos para la familia, según lo que contaron.
Los lancheros no están sacando en total ni media docena de viajes de recreación por los alrededores de Isla Mujeres. La terminal marítima donde ofrecen el servicio prácticamente esta semivacía. Los comisionistas, en su mayoría, ya no laboran, al igual que los maleteros, por la poca actividad que hay por esta situación sanitaria.