Entre 20 y 30 enfermeros y enfermeras quintanarroenses han sido víctimas de discriminación por parte de taxistas y choferes de transporte público, quienes les han impedido abordar sus unidades, cuando se dirigen o salen de sus jornadas laborales, además de que se han registrado de dos a tres agresiones físicas y verbales por considerar que representan fuerza de contagio del COVID-19.
En ese sentido, el miedo, coraje y la impotencia se suman al elevado nivel de estrés que en estos presentan dichos trabajadores de la salud deriavdo también del temor a contagiarse pues hay carencia de materiales de protección, como caretas, guantes, batas, cubrebocas, no obstante se han recibido donaciones ciudadanas.
“Nosotros llegamos a hacer nuestro trabajo haya o no insumos, nunca dejamos solos a nuestros pacientes. Nos han agredido por ser enfermeros y por el simple hecho de portar el uniforme", afirmó la presidenta del Consejo Nacional de Enfermería Mexicana en Quintana Roo, Carmina Javier Puc.
Hasta el momento ningún enfermero agredido o discriminado, de la agrupación que representa, ha interpuesto denuncias formales, pero se asesora con miembros del Consejo de Licenciados en Derecho de Quintana Roo y están al pendiente de que el sector transportista los apoye con el servicio gratuito, tal como se les ha indicado.
Con información de Raimon Rosado
Por Redacción Digital Por Esto!
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