De la Redacción
Quintana Roo registró 22 decesos a consecuencia del COVID-19 en las últimas 24 horas, la segunda cifra más alta desde que fue detectado el primer caso en la entidad; esto ocurrió luego de que las autoridades federales de Salud han asegurado, desde el 1 de mayo, que la entidad “va de salida”.
De los últimos fallecimientos, en el municipio Benito Juárez ocurrieron 14; en Solidaridad fueron siete y en Tulum uno, dando el total acumulado de 211 pérdidas humanas, desde el 13 de marzo al 12 de mayo.
Actualmente, ninguno de los 11 municipios de Quintana Roo se ha mantenido sin casos de coronavirus, el 100 por ciento del territorio ha reportado personas contagiadas con el virus, lo que podría incidir en las decisiones para establecer las fechas de reinicio de actividades.
Cancún, el punto de entrada de millones de turistas que llegan a vacacionar a cualquiera de los destinos de Quintana Roo, es la ciudad con mayor propagación, pues en dos meses la Secretaría de Salud (Sesa) de la entidad, ha reportado 854 casos positivos, de los cuales 160 han tenido desenlaces fatales y 452 pacientes han logrado recuperarse.
El municipio Solidaridad, donde se ubica Playa del Carmen, el segundo destino turístico más importante de la entidad, lleva 195 casos positivos, de los cuales 32 han acabado en decesos y 89 han superado la enfermedad.
El primer caso de COVID-19 fue reportado el 13 de marzo y la primera muerte a consecuencia de esta enfermedad fue informada el 26 de ese mismo mes.
Del total de fallecimientos, 96 han ocurrido en hospitales manejados por las autoridades estatales; 101 en el IMSS; nueve en el ISSSTE y cinco en nosocomios privados.
De acuerdo con datos brindados por la Dirección General de Epidemiología, hasta el día de ayer Quintana Roo tenía 177 casos activos de COVID-19.
En la conferencia vespertina encabezada por el Subsecretario de Prevención y Promoción de la Salud, Hugo López-Gatell, dijo que “nos falta todavía (…) en Cancún, en Culiacán, en Tijuana, más o menos, todavía (está) una tercera parte de la curva epidémica inicial.
El funcionario federal dejó claro que la reactivación económica que empezaría el próximo 1 de junio, “no es una liberación completa” sino que “de manera extraordinariamente cuidadosa tenemos que hacer un regreso a cierta normalidad para poder reactivar la vida social, la vida económica, sobre todo las economías locales (…) esto tiene que ser (con) cuidado para que no regrese de golpe una gran cantidad de personas al espacio público, a la movilidad pública”.