Por Luis Enrique Cauich
KANTUNILKÍN, 20 de mayo.- Las últimas lluvias que se registraron el lunes han ocasionado el brote de moscos, lo que ha obligado a los habitantes de la cabecera municipal a reiterar su petición de campañas de fumigación para eliminar a los zancudos y evitar un brote de dengue, zika o chikungunya, en medio de esta pandemia.
Aun cuando las lluvias no fueron torrenciales, fueron suficientes para activar criaderos de moscos que sólo necesitaban el agua para permitir que cientos de huevecillos brotaran y se tuviera la presencia de zancudos, que representan una amenaza de brote de dengue.
Por la pandemia, se dejó de hacer la limpieza de calles y se pudo apreciar que aún no existe la cultura de depositar la basura en los contenedores, pues en las calles hay botellas, vasos de plásticos y otros recipientes que podían acumular el agua de las lluvias y ser potenciales criaderos de moscos.
Las lluvias se han registrado de forma esporádica en la cabecera municipal y aún que no han sido suficientes para permitir la siembra de áreas de cultivo, pero han permitido el brote de moscos que preocupa a los habitantes y han exigido a las autoridades de salud y municipales realizar campañas de fumigación.
En poblados como Chiquilá, señalaron los habitantes, se han fumigado ya dos ocasiones, pero en la cabecera municipal no se ha realizado este trabajo, aun cuando hay un brote masivo de moscos que enciende otro foco rojo, puesto que puede ocasionar un brote de dengue.