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Quintana Roo

Por Lusio Kauil

 

JOSE MARIA MORELOS, 25 de mayo. – Todos los días, Jaime González Tilam sale a la calle sin cubrebocas y con un bastón, con la cual denota su vejez prematura, causada por la diabetes y por otras enfermedades que ha arrastrado a la largo de su vida.

Jaime quedó huérfano de padre desde muy pequeño y su madre lo dejó al cuidado de sus abuelos paternos que vivían casi en el centro de la ciudad y ahí creció hasta que se hizo mayor de edad.

Desde niño, venia padeciendo un problema de hidrocefalia, el cual no fue atendido médicamente, en su momento por falta de recursos económicos de sus familiares.

Por ese padecimiento, Jaime empezó a sufrir ataques a la edad de 12 años epilépticos, y a raíz de ello le dio por consumir, aparentemente por receta médica, productos restringidos como el Diazepam.

Pese a su padecimiento, él siempre buscaba trabajar en alguna actividad para ganarse el sustento diario, y durante la primera administración de Domingo Flota Castillo (1999-2002) le dieron trabajo en el DIF.

Después, se dedicó a lustrar zapatos y a vender pepita en las calles y en las cantinas, pero hace ya unos siete años, cuando apenas tenía unos 38 años le detectaron diabetes por consumo excesivo de refrescos embotellados. Esto, porque él come en la calle, pues ningún familiar suyo se ha ocupado en atenderlo.

Esa enfermedad lo fue debilitando mucho al grado de que dejó de vender y de bolear zapato, porque según él no tiene fuerzas para hacer ese tipo de trabajo.

Por esa situación, el municipio le empezó a dar un apoyo económico para que solvente sus gastos, porque como vive sólo, tiene que pagar para que laven la ropa y tiene que comprar su propia comida.

Hoy, Jaime, camina todos los días, desde la mañana, se le ve caminando por las calles céntricas de la ciudad, sin mascarilla y apoyado de un bastón, el cual denota su vez prematura, a pesar de sus 45

Él confiesa que no le tienen miedo a la enfermedad del COVID-19, pues para él, de nada sirve estar en la tierra si no vive una vida plena.

Jaime González Tilam sigue andando las calles de la ciudad, mientras que muchas personas jóvenes que nunca desear partir ya se marcharon para siempre, mientras él sigue aquí de “trotamundos”

 

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