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Quintana Roo

Por Santos Gabriel Us Ake

 

Con angustia, temor y desesperación sobreviven ante la pandemia del COVID-19, Virginia Noh Chi, Caridad Rodríguez y Martín Ortiz, quienes forman parte del comité de vecinos de la colonia irregular Valle Verde, porque no tienen empleo, ni apoyo del gobierno, solamente una vez recibieron despensas y apenas los acosan con el cobro de los terrenos por personas que no acreditan ser propietarios de los mismos.

Virginia Noh Chi, Caridad Rodríguez y Martín Ortiz, en compañía de otras cuatro amas de casa, expresaron su preocupación porque la situación económica cada vez es peor y parece haber una solución a los problemas que padecen.

Con rostros de preocupación dijeron que no tienen trabajo para poder subsistir en medio de esta pandemia, doña Virginia Noh Chi perdió su trabajo, don Martín Ortiz es albañil pero ahora no hay ninguna obra de construcción porque si laboran vienen los inspectores de la Dirección de Desarrollo Urbano y clausuran; y doña Caridad Rodríguez explicó que tiene la concesión de la tienda en la escuela telesecundaria, pero cerró a causa de la pandemia y lo por tanto no tiene ingresos desde el 20 de marzo con la suspensión de clases.

Otras amas de casa que hablaron, pidieron que no se mencionen sus nombres porque han sufrido amenazas de desalojo por parte de gente armada enviada por un supuesto apoderado de una ejidataria de Alfredo V. Bonfil, y las quieren obligar a firmar contratos de compra-venta de los terrenos que ocupan desde hace 15 y 20 años, pero no acreditan con documentos que sean los legítimos propietarios de la tierra.

Virginia Noh Chi explicó que la situación es muy crítica y desesperante para las aproximadamente mil 500 familias de la colonia irregular Valle Verde (alrededor de seis mil habitantes) porque solamente una vez repartieron despensas y mientras tanto a duras penas consiguen un poco de arroz y sopa para comer cada día, se ayudan entre ellas para compartir la comida, además recordó que carecen desde hace más de 20 años de todos los servicios públicos y sólo en campaña vienen los políticos a pedir el voto y no regresan.

Ella explicó que viven en una sección de Valle Verde donde 259 familias ganaron la posesión pacífica en un juicio a Abraham Mafud, quien no pudo demostrar ser el dueño; ahora un tal Pablo Martínez se ostenta como apoderado legal de una ejidatario pero tampoco interpone denuncia si es que dice tener derecho sobre las tierras.

Dijeron que no hay manera de salir adelante en estos momentos de pandemia porque las empresas están cerradas y manifestaron que no es justo que se encuentren abandonados desde hace muchos años sin el apoyo de las autoridades, y peor ahora que sobreviven con angustia y el temor ante el riesgo de contagio de coronavirus.

 

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