Por Miguel Ángel Fernández
CHETUMAL, 12 de junio.- Llamado en algún momento como el monumento a la corrupción, la Megaescultura es una obra de más de 200 millones de pesos, las cual se mantiene sin utilidad y cerrada al público.
Se esperaba que desde el año pasado iniciara la mudanza de una subsecretaría de la Secretaría de Turismo federal (Sectur), pero ha transcurrido un año y no se ha realizado.
El 24 de febrero del 2019, en presencia del Presidente Andrés Manuel López Obrador, se anunció que la Sectur tendría sus oficinas en la Megaescultura en Chetumal; sin embargo, ha transcurrido la mitad del 2020 y tal como han sido los anuncios relacionados con esta obra ubicada sobre un islote artificial en la Bahía de Chetumal, su cumplimiento es incierto.
Apenas en diciembre pasado, el titular de la Sectur, Miguel Torruco Marqués, aseguró que para este 2020 la dependencia estaría en Chetumal, después de una serie de retrasos que se dieron, entre ellos la necesidad de regularizar el uso de suelo.
Sobre el traslado de la Sectur, Torruco Marqués dijo que “vamos a ir descentralizando, nos hemos tardado en este año porque la Torre del Mestizaje que nos acaban de dar se estaba regularizando en uso de suelo, pero ya viene la inversión para lo que son oficinas y tener ahí parte de la secretaría (...), Ahora sí será en el 2020”.
Informó que se reunió con autoridades del gobierno de Quintana Roo para ver los terrenos y la situación actual, ya que en octubre de este año se necesitaba regularizarlo ante la Dirección General de Zona Federal Marítimo Terrestre y que se otorgara el comodato de la Megaescultura de la Bahía de Chetumal.
De hecho, a la par de esta situación, la Megaescultura, llamada a ser un icono de la ciudad, la cual ha recibido inversión para hacerla atractiva como un videomapping y fuentes danzarinas, simplemente no ha cumplido con su objetivo.
Aunque fue concluida su infraestructura desde marzo de 2017, han pasado más de tres años y aún se mantiene cerrada al público.
Durante el año pasado se invirtió nuevamente en la proyección de un videomapping y se destinaron más de 20 millones de pesos para unas fuentes danzarinas nada espectaculares como se ven en otros atractivos turísticos del país.
El tema de las fuentes danzarinas de Chetumal se ha enrarecido, siendo que hasta el momento no se puede acceder al contrato de la obra en la página de la Sedetur, ya que debido a las críticas en el sentido de que la mayor parte del tiempo están apagadas
Sin duda un tema delicado que por razones desconocidas se mantiene en la “oscuridad” es el contrato para la construcción de las fuentes danzarinas de la Megaescultura, que a pesar de ser la inversión más fuerte en infraestructura turística de los últimos dos años para el sur de Quintana Roo, no ha cumplido con las expectativas de ser un atractivo.
Mismo caso del videomapping de la Megaescultura, en el que se invirtieron primero alrededor de un millón de pesos y posteriormente otros 550 mil pesos, simplemente no se proyecta.
Cabe mencionar que a finales de 2018, la empresa Gabriel Alberto Medina Rodríguez se hizo del contrato por 550 mil pesos para la “adquisición de equipo y operatividad del videomapping en el Museo Cuna del Mestizaje”.
Sin embargo, el videomapping prácticamente no ha funcionado, no hay presentaciones al público de estas proyecciones, que también deberían ser un atractivo de la denominada Megaescultura.
Y es que prácticamente todos los proyectos de la Sedetur para la región sur de Quintana Roo han sido un fracaso en la gestión de Marisol Vanegas Pérez.