Quintana Roo

Artesanos Quintanarroenses afectados por la pandemia

Trabajan sus productos por encargo al no poder salir a vender
Foto: Lusio Kauil

Los artesanos y artesanas del municipio ya no están laborando como antes, porque no hay ventas desde que llegó la pandemia del coronavirus en el municipio, por consiguiente, ahora solamente están trabajando productos por encargo. 

Anteriormente, los artesanos y artesanas de la cabecera y de los poblados de esta demarcación, salían a vender por cuenta propia los productos que elaboraban. Igualmente, aprovechaban los tianguis que se hacían en la cabecera para exponer y vender. 

Doña María Blanca Poot Beh, es una de las artesanas locales que por muchos años se ha dedicado al bordado de ropa para mujeres como blusas, hipiles y, también servilletas.

Ella dijo en entrevista, que desde que llegó la pandemia al municipio, dejó de bordar ropa porque ya no tenía dónde venderlas, pero, manifestó que hace unos días volvió a retomar de nuevo ese trabajo artesanal.  

Indicó que ella borda a máquina blusas para mujeres y para niñas, pero también algunas veces las hace a mano, porque a ciertas mujeres les gusta más ese tipo hechuras.

Comentó, una blusa bordada a máquina, ya terminada, cuesta 300 pesos, y la que se hace a mano, en 400 pesos, porque lleva más tiempo en terminarla.

Refirió antes de que llegara la enfermedad del coronavirus al municipio, participaba en los tianguis de artesanías que se organizaba en el parque central, dado que ahí tenía la oportunidad de vender sus bordados.

La artesana lamentó el hecho de que en la actualidad no hay nada de venta por lo del virus, Ahora, expuso, los trabajos que ya empezó a realizar, los tiene por encargos, porque, hizo ver, el material que se ocupa es muy caro, y, por consiguiente, abundó, no es costeable invertir en ello si después el producto no se vende.

Otra artesana del municipio de nombre Martha Angelica Chan, vecina de La Presumida, dijo que ella dejó igualmente de bordar hace tres meses por la pandemia, porque la gente dejó de comprar ropa. 

Indicó que hace semanas retomó el bordado, y en la actualidad está trabajando manteles y blusas, aunque también cortinas para las ventanas de un templo.

Ella, dijo que como no hay venta, todo el trabajo que está realizando ahora, es por encargo, aunque, observó, antes hacía bastantes blusas bordadas y las salía a vender en el pueblo y la gente las compraba, porque había dinero.

Refirió que por las artesanías que viene trabajando desde hace varios años, como son bolsas, blusas, hipiles y carteras, ganó hace unos tres años un premio estatal.

Don Eusebio Collí, otro de los artesanos del municipio que siempre ha trabajado sus artesanías por encargo, porque según él, la elaboración de las mismas es muy delicada y lleva mucho tiempo.

Dijo que en su casa trabaja lo que es escultura en piedra cruda y en madera, principalmente. Y, agregó, como cada producto lleva su tiempo, no lo hace en serie para vender como lo hacen los que trabajan cemento y moldes.

En la cabecera hay un espacio para que los artesanos vendan su producto, ubicado en el parador turístico, en la colonia San Juan, pero por lo de la pandemia ya no se están abriendo los locales destinados a la exposición y venta de productos artesanales.     

Por Lusio Kauil

Por Redacción Digital Por Esto!