El riesgo en que se encuentran las más de 50 mil cabezas de ganado por la zona de los ríos que comprende el municipio de Carmen, también perjudicaría a los matarifes por el suministro, pues quizás por la desesperación de los ganaderos para rescatar a su hato intenten rematar a los animales; sin embargo, posteriormente vendría la escasez del producto y se incrementaría el precio, señaló Primo Salazar Góngora, secretario general del Sindicato de Matarifes. Expresó que ante la contingencia que están viviendo los ganaderos por la inundación en los campos, hay una situación compleja y no saben qué hacer con sus animales; porque no tienen suficientes espacios altos en los potreros para mover a las reses; por esta situación podrían rematar el producto pero afectará más adelante a los matarifes, porque una vez que se estabilicen las lluvias vendrá un alza considerable en los precios en el kilogramo de la res viva. “Este tipo de vaivén no nos favorece en nada, a lo mejor ahorita haya una oportunidad de conseguir el ganado económico, pero esto no quiere decir que ese precio vaya a estar estable porque más adelante se van a tener que normalizar los precios y es donde nos vamos a ver afectados nosotros”, aseguró Salazar Góngora. Al ser cuestionado sobre el precio en el kilogramos de las reses vivas, el líder de los carniceros mencionó que los precios de los animales vivos fluctúan mucho y que no hay estabilidad, por ello, siempre ha señalado que el costo es más complejo que el del cerdo, porque la novillona tiene un precio muy distinto al novillo, a la vaca, al toro, incluso si la novillona o novillo es de campo tiene un precio diferente a la de establo que es de alimento, ya sea vivo o en canal. Añadió que el panorama en venta de reses siempre es complicada porque varía mucho en la calidad; en el cerdo no porque sólo hay dos clasificaciones, “cerdos finalizados”, que son los pequeños y el otro de animales grandes; en cambio en la res es muy diferente y un precio como tal no lo tienen fijo, porque si uno compra de una hasta cinco reses el productor le da un precio; pero si se compra de 10, 30 o 60 reses ya tiene otro costo y más económico. “Además el precio de la res se da también por medio de la referencia que tiene el comprador, si el comprador no tiene antecedentes positivos, no va ser sujeto de crédito y le van a vender más caro el animal; en cambio, sí es una persona que paga de contado que tiene los recursos y es una persona honesta el trato es diferente y le pueden mejorar el precio de los animales”, manifestó. Indicó que sólo les resta esperar para ver que movimientos tendrá el precio de las reses vivas, mientras tanto seguirán ofreciendo al público consumidor productos frescos y saludables y el único día que no laboraron de la semana pasada fue el miércoles cuando las lluvias de la depresión tropical “Cristóbal”, estuvieron muy fuertes.
(Texto y foto: Fernando Kantún)