Honorio Mas y su familia, salen todos días juntos a vender palanquetas y dulces, para sobrevivir durante la contingencia sanitaria por COVID-19, ya que todos perdieron sus empleos y esto es lo que les deja un poco de dinero; mientras jugaban los niños, compartió que hoy será un largo día, porque la renta venció y trabajarán hasta tarde para reunir lo más que se pueda para pagar.
Entre el ruido de los coches, Honorio, originario de Chiapas, compartió que desde hace tres meses lo despidieron de la obra para la cual trabajaba en Playa del Carmen, donde vivía con su familia, pero decidió venir a Cancún, porque la renta era muy cara y ya no pudieron pagarla y a eso le sumó que recientemente fue asaltado y le robaron su mochila con todos sus documentos importantes.
“Todos dicen quédate en tu casa, no salgas, pero cómo le hacemos si no tenemos un sueldo ni ayuda, apenas una despensa al principio, que no alcanza para mis hijos y mis nietos”.
Hortensia esposa de Honorio, también se encuentra en el mismo camellón, vendiendo al otro lado de la calle, cuando el semáforo torna verde, corre a buscar a sus nietos para jugar y tomar un poco de sombra, comentó que a veces venden poco y cuando logran sacar lo suficiente compran un pollo para los niños, que son los que no entienden si hay para comida o no
“Quieres un poquito de carne y se te va el dinero y para los que somos pues no alcanza, sólo le damos a los niños para que no se vayan a enfermar”.
Flor, la hija mayor de Hortensia y Honorio cuida a sus pequeños, para que no se bajen de la banqueta mientras ella vende dulces, dijo que antes trabajaba en un puesto en el tianguis y podía llevar a los niños, pero ahora que regresaron no la dejan, así que todo se complica, porque todos salen a trabajar y no hay nadie que los cuide.
“Pues aquí los veo todo el tiempo y ellos ya saben que no deben acercarse a los coches, me gustaría que tuvieran la comida a sus horas, pero a veces hasta que llegamos a casa les puedo dar una sopita o arroz depende de lo que haya para comer”.
Para Flor, sería un milagro si pudiera encontrar un mejor trabajo, ya que aseguró que ella desea sacar de trabajar a sus papás, porque dice que ya están muy cansados para andar en las calles.
“Ojala pueda algún día encontrar un trabajo donde pueda ayudar a mis viejitos, hay días que ya no se quieren ni levantar, pero tenemos que estar aquí”.
Por Angélica Gutiérrez