La falta de mercado y los precios bajos con los que son adquiridos los productos por los compradores, agobian al sector pesquero de Lázaro Cárdenas y el panorama a cuatro meses de haber iniciado la pandemia continúa siendo incierto y hasta preocupante, señalaron los hombres de mar del puerto de Chiquilá.
El presidente de la Federación de Cooperativas Pesqueras de la zona norte, William Aguiñaga Chay, ha sostenido que el sector se encuentra muy mal porque no hay producto y lo poco que sale está mal pagado, debido al poco consumo y la sobreoferta de los pescadores tolerados (furtivos).
Señaló que con el reinicio de actividades esenciales en junio y la reactivación turística en este mes de julio, se esperaba que las personas comenzaran a consumir para nivelar los mercados y poder comercializar en otros estados y el extranjero, para así mejorar la situación del sector.
Sin embargo, está difícil la situación, ya que el precio de la langosta, un producto que se captura en estos meses, disminuyó un 30 o 35 por ciento, aunado a que hay muy poca demanda lo que ocasiona que su costo arranque en 380 el kilo de cola y con restricciones en el mercado sujetos a demanda del producto, la esperanza de los pescadores cada vez se reduce más ante la pandemia.
Aunque no especificó cuánta producción se ha tenido en estos dos meses de la “Nueva Normalidad”, comentó que ha sido la más baja que se ha tenido en los últimos años, con precios de productos como pulpo, langosta y escamas, que el comprador está proponiendo, aprovechando la situación que se vive por la pandemia y no queda de otra que aceptar esas condiciones para poder tener ingresos económicos.
En Lázaro Cárdenas hay siete cooperativas federadas y dos no federadas, y cuatro permisionarios con concesión federal de pesca lo que alberga un poco más de mil pescadores y el mismo número de familias que dependen de la pesca y que al día de hoy no han recibido apoyo alguno de parte de ningún nivel de gobierno, expresó.
Por Luis Enrique Cauich