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Quintana Roo

Granjas porcinas y Tren Maya contaminan manto acuífero en Quintana Roo

Las granjas de cerdos y el Tren Maya amenazan con contaminar el manto acuífero de la Península de Yucatán que cuenta con Áreas Nacionales Protegidas
Foto: Por Esto!

Yucatán, Campeche y Quintana Roo comparten cuatro acuíferos que contienen la reserva hidrológica más importante del país, los cuales están en riesgo ante el desarrollo de industrias como las granjas porcícolas que en algunos puntos han provocado hasta 85 miligramos por litro de contaminantes.

Así lo advirtió en entrevista para el Por Esto! de Quintana Roo, Viridiana Lázaro Lembrin, investigadora especialista en agricultura y cambio climático de Greenpeace México, tras señalar que a este escenario ahora se suma otra presión ambiental más: el Tren Maya.

Indicó que en la región operan 257 de estas granjas: 222 en Yucatán, 21 en Quintana Roo y 12 en Campeche; del total, 43 están en Áreas Naturales Protegidas (ANP) y una en un sitio Ramsar; además, 122 se ubican en sitios prioritarios para la conservación de la biodiversidad.

En la península de Yucatán, destacó, se han decretado 17 Ordenamientos Ecológicos del Territorio; sin embargo, 41 granjas se sitúan en zonas cuya política ambiental es incompatible con dicha actividad.

“Malo como la carne (y los desechos) de cerdo”

De acuerdo a un estudio realizado recientemente por Greenpeace, la causa principal de la contaminación del agua y el suelo por la producción porcina, son los desechos de los animales.

Del total de nitrógeno suministrado a los cerdos en forma de proteína de la dieta, más de 60 por ciento es excretado a través de las heces o la orina en una sustancia denominada purín, precisa el documento.

La contaminación del agua subterránea por nitratos (NO3) se debe a que estos compuestos de nitrógeno (N) formados a partir de los desechos de los animales, se infiltran por el manto freático.

Un metro cúbico de purines porcinos contiene cerca de 8 kilóoramos de nitrógeno total (NT), y en el caso del suelo kárstico o calizo de la península, los compuestos se infiltran con facilidad hacia el manto freático, explicó.

Las excretas porcinas liberan organismos patógenos como bacterias coliformes fecales que viven únicamente en el intestino de personas, y animales y el hallazgo de estas bacterias en el agua es señal inequívoca de su contaminación por heces fecales o aguas negras.

Preocupan más proyectos

Viridiana Lázaro resaltó que la contaminación del acuífero, la atmósfera, (con la emisión de gases de efecto invernadero) y la deforestación, son de los problemas más preocupantes que genera esta industria porcícola.

Sin embargo, el panorama se agrava ante la presión ambiental que ya ejercen otros proyectos en la península, como parques eólicos, solares, uso de fertilizantes, entre otros, sumándose ahora el Tren Maya.

En el caso de la regulación, también preocupa que de 257 granjas, únicamente 22 tienen una Manifestación de Impacto Ambiental (MIA), además de que hay muchas inconsistencias en la gestión de trámites y permisos, lo cual significa que muchas operan fuera de la ley, destaca el documento.

Grave situación en pozos para consumos

En Yucatán, según reportes obtenidos por la Conapo en 2010, la zona porcícola presentaba una contaminación por desechos pecuarios seis veces

mayor que la originada por la población humana asentada en ese lugar.

En diciembre de 2019, Greenpeace y la Universidad Autónoma de Campeche realizaron un muestreo en cinco pozos, usados por los vecinos para consumo, dos descargas directas de las granjas porcícolas y un cenote cercano.

Las granjas porcícolas fueron la Gary 7, en Opichén, con ocho naves; Kekén, en Maxcanú, con 24 mil cerdos en 15 naves, distribuidas en dos mil 967 hectáreas; Santa María, en Kinchil, con 12 mil cerdos en 15 naves, en 248 hectáreas; Maxcanú, con 46 mil 464 cerdos en 24 naves, en 101.87 hectáreas; Gary 6, en Chocholá, sin datos pecuarios.

El estudio concluyó que en cinco de las muestras se rebasa la Norma para la protección de la vida acuática y en todas se exceden los límites recomendados de nitratos para garantizar la salud de las personas.

El sitio más contaminado fue el pozo cercano a la granja Kekén, con 85 miligramos L-1; el cercano a la granja Santa María, con 43 miligramos L-1; después la granja Gary, con 36 miligramos L-1. Los demás sitios arrojaron concentraciones con un promedio de 21 miligramos L-1.

El estudio evidenció que los acuíferos en esta zona no cumplen los criterios de calidad del agua para la protección de la vida acuática, ni para la protección de la salud de las personas y, por tanto, representan un riesgo.

257 granjas porcícolas en la península de Yucatán

Yucatán: 222

Quintana Roo: 21

Campeche: 12

43 granjas están en Áreas Naturales Protegidas (ANP)

122 se ubican en sitios prioritarios para la conservación de la biodiversidad

41 se sitúan en zonas cuya política ambiental es incompatible con esta actividad

Por Lino Sarmiento

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