Ante el incremento de casos de COVID-19 en Cancún y los riesgos que implica entre otras cosas el transporte público al ser considerados un foco de contagio, el expresidente de la Asociación de Hoteles, Abelardo Vara Rivera, consideró que las playas públicas deberían seguir cerradas, porque si se abren en estos momentos, la situación podría ser más alarmante para el destino, debido a que implicaría un aumento de vendedores ambulantes y comercialización de productos que no pasan por cuidados sanitarios.
Durante un recorrido realizado ayer por varias playas de Cancún, se pudo observar presencia policiaca en los arenales Blue Flag, cuya bandera les fue refrendada recientemente, pero los servicios seguían suspendidos y a decir de trabajadores de la dirección municipal de la Zona Federal Marítima Terrestre (Zofemat), existía la posibilidad de que la próxima semana se pudieran abrir. Sin embargo, destacaron que al haber un incremento de casos de contagios y que se corre el riesgo de que el color naranja del semáforo se mantenga, es improbable que las playas públicas se puedan abrir muy pronto.
Pese a ello, quienes sí pueden disfrutarlas son los turistas hospedados en hoteles, o la gente que acude a los balnearios sin cámaras de vigilancia y sin presencia policiaca, como son Caracol, Tortuga, Langostas y Las Perlas, en la Zona Hotelera, como lo sugieren los mismos elementos de Seguridad Pública a la gente que les pregunta a qué balneario sí pueden ingresar.
Una de las sugerencias es precisamente Tortugas, pero les piden a las personas dejar su vehículo en otro lado y que pasen caminando, pues si se reporta que hay autos en el estacionamiento, desde la central les avisan que hay gente en las playas y tienen que acudir a sacarlos.
En medio de toda situación, el experimentado hotelero y exlíder del gremio, Abelardo Vara Rivera, se mostró totalmente de acuerdo en que no se abran las playas públicas a la gente local, ante el alto índice de contagios por COVID-19.
“Sabemos lo que eso implica, como es la venta de productos ambulantes, algunos incluso sin pasar por las medidas sanitarias, posibles contaminaciones y eso sería un riesgo mayor”, explicó.
Mexicanos debemos cuidar el destino
No obstante, destacó que “en efecto, las playas son de los mexicanos, pero como mexicanos, debemos defender nuestros pueblos y el Caribe Mexicano depende de la industria turística, así que no podemos poner en riesgo la situación para todos”.
Playa Delfines ayer se mantuvo resguardada, e incluso, en la zona del parador fotográfico las autoridades colocaron cintas de precaución para evitar que ingresen a tomarse fotografías al sitio que se ha convertido en un ícono de Cancún.
Por Salvador Canto