Las madres de familia en Cancún que cuentan con un solo equipo de televisión y tienen hijos en primaria y secundaria coincidieron que las clases por televisión no están organizadas y sólo uno podrá tomar la clase en el horario marcado, los demás buscarán las repeticiones, lo que tomará más tiempo para terminar las tareas.
Por su parte, Martha Gómez Loyola, psicóloga especialista en niños y adolescentes en Cancún, dijo que es preocupante que sólo ofrezcan alta cobertura para las clases a distancia, sin tomar en cuenta que los alumnos deben tener rutinas y convivencias familiares para tener orden y disciplina para que no les genere ansiedad o estrés, además que los horarios, sobre todo en la noche, no son adecuados para que los niños tengan que cumplir un horario escolar.
La especialista dijo que las familias están experimentando un proceso complejo. La emergencia sanitaria por COVID-19 dejó a muchas familias sin empleo, lo que implica una reducción en sus ingresos o un corte de tajo y con ello una serie de problemas que han provocado sentimientos de angustia y preocupaciones. Sumado a ello, si bien la responsabilidad educativa de los niños era compartida entre los padres de familia y los maestros, ahora pasó a ser sólo de los papás.
Con la nueva modalidad de impartir clases la convivencia será difícil, sobre todo para las familias que tienen más de dos niños que tienen que estudiar a través de un televisor en diferentes horarios, lo que prácticamente será todo el día con programas repetitivos que pasarán sin pena ni gloria, mientras que la parte social y emocional será trastocada por la falta de organización pedagógica.
Para Martha Torres, que su hija curse preescolar a distancia es la mejor opción para evitar contagios, aunque sabe que las clases serán por televisión por gracias a los programas de noticias, y aún los profesores no se ponen en contacto con ella para explicarle el mecanismo que implementarán en la escuela donde asistía.
Para la señora Flor Camacho, en cambio, la situación es complicada, porque tiene dos niños en primaria, el mayor cursa secundaria y en casa sólo hay una televisión a la que apenas le funcionan dos canales.
“Desde el año pasado fue difícil, porque así como ve mi casita, tuvimos que gastar por lo menos en un celular para que mi hijo mayor se comunicara con los maestros, y hay que meterle datos cada mes y sale un gasto, y con los niños pequeños aún no sabemos cómo nos vamos a organizar”.
En el caso de Laura, mamá de un estudiante de secundaria, si bien no tiene más hijos con quien compartir el televisor, dijo que los horarios que aplicaron para los adolescentes no son los correctos, porque son en la tarde y con horarios escalonados, además si por alguna razón perdiste la clase, habrá que esperar la repetición en un horario en la que su hijo ya debería dormir.
Por Angélica Gutiérrez