Hasta este martes el reporte técnico diario de las autoridades de salud contabilizó en Solidaridad mil 250 casos positivos, 136 defunciones por COVID-19 y una ocupación hospitalaria del 34 por ciento, colocando al municipio entre uno de los tres con mayor índice de letalidad en el estado; sin embargo, muchos ciudadanos consideran que el virus ya no ronda en las calles de este destino turístico, por lo que evaden todas las medidas sanitarias, pese a que las autoridades de salud e incluso el Gobernador del Estado piden a la población no bajar la guardia para poder pasar al amarillo en el Semáforo Epidemiológico.
Pese a estar más de cinco meses en contingencia sanitaria por coronavirus, habitantes de este municipio siguen creyendo en mitos que rodean el padecimiento, desde que no existe o que el cubrebocas les producirá alergias.
Este martes, al hacer un recorrido por algunas de las calles del centro de la ciudad, encontramos a varias personas que se niegan a utilizar la protección ante la pandemia.
Una de ellas es Yazmín, habitante de Misión de las Flores, quien indicó: "ya me cansé de utilizar cubrebocas, lo tengo en mi bolsa y me lo pongo cuando entro al súper o en la combi que te lo piden. Sí he sabido de muchos que han muerto por este virus, pero mientras no me dé a mí, todo va bien".
Pocos tienen conciencia del riesgo
Por otro lado, padres de familia aseguran que su deber es proteger a su familia, por lo que don Antonio narró que todos utilizan cubrebocas, hasta su pequeño de tres años.
"Mi esposa le hizo un cubrebocas a su medida y de su personaje favorito; no quisiera que yo por ser necio y cerrarme a que el virus no existe pueda enfermarse algún ser querido. Amo a mi familia y debo protegerlos, me da mucho coraje cuando veo a señoras con el cubrebocas en la papada y con sus hijos en la calle, mínimo que le pongan la careta, hemos visto que este virus es parejo y no distingue edad, sexo ni género, así que por muchas razones debemos seguir protegiéndonos", dijo.
Una pequeña de seis años de edad, de nombre Sofi, dijo que el COVID-19 hizo que no pudiera ir a la escuela, ver a sus amiguitos ni puede abrazar a sus abuelitos porque “podrían irse al cielo”.
Su madre, Gloria, dijo "yo le expliqué a mi hija de este virus y me parece increíble que una niña de esta edad comprenda el problema y personas que tienen 20, 30, 40 e incluso 50 años no comprendan el tamaño del riesgo. Debemos cuidarnos todos para que podamos seguir saliendo adelante en cuestión emocional y económica”.
Por La Redacción