El sector educativo en Quintana Roo está en vías de recuperar y ubicar a alrededor de 70 mil estudiantes de todos los niveles de aprendizaje en el estado que se salieron del radar de los maestros cuando inició el aislamiento por COVID-19 desde el 23 de marzo, pero que posiblemente podrán ser identificados durante el proceso de reinscripción que inició este lunes, informó el subsecretario de educación básica en la zona norte de la entidad, Carlos Gorocica Moreno.
“Muchos de ellos, aun estando en zonas urbanas no pudimos contactarlos porque no estaban en el grupo de whatsapp del maestro (medio por el cual constataban que siguieran la clases en línea)”, comentó.
Por su parte la titular de la Secretaría de Educación de Quintana Roo (SEQ), María Isabel Vázquez, reconoció que el reto mayor de la contingencia sanitaria está por venir.
“Los retos han sido grandes pero la noticia fuerte es que lo más grande viene ahora, está en la puerta, hay que ir por quienes perdimos, hay que ir por quien se quedó en el camino, hay que saber si comieron si tienen un techo donde dormir, si perdieron a alguno de sus queridos, si sufrió algún tipo de violencia”, comentó durante un conversatorio virtual con jóvenes.
Gorocica Moreno explicó que con relación a los menores de educación básica van a apoyarse con los datos que el padre de familia deje durante el proceso de reinscripción para poder ubicar a los niños que no hayan tenido el acompañamiento de los profesores en el programa Aprende en Casa, implementado durante el tiempo de confinamiento.
“Estos niños están en preinscripción y seguramente tendrán que reinscribirlo por si tuvieran cambio de escuela o turno y ahí será en donde los vamos a captar para que puedan integrarse al proceso de aprendizaje a distancia a partir del 24 de agosto con el inicio del ciclo escolar 2020-2021”, comentó.
Regreso a clases
El plan Regreso a Clases Seguro ya está listo y será dado a conocer esta semana, aseguró la secretaria de Educación, el cual plantea que, cuando tenga que ser, deberá ser en una nueva dinámica.
“Estaremos regresando en pequeños grupos, cada institución dependiendo de su contexto identificará el cómo, si será por abecedario, o número de lista, pero es algo que cada plantel tomará la decisión”, explicó.
Para el caso de las primarias no serán más de 10 niños los que estén en un salón, mientras que para los niveles medio y superior no deberán sobrepasar los 15 jóvenes, en ambos casos deberá mantenerse la distancia de 1.5 metros.
Los estudiantes podrán ir al plantel educativo una o dos veces a la semana, para que de manera presencial entreguen trabajos y reciban indicaciones para luego ausentarse tres o hasta cinco días de la semana y a la siguiente volver.
“Con ello habrá más retroalimentación y podremos saber que (el alumno) está bien”, comentó la funcionaria federal.
Habrá tres filtros, uno es en la casa con los papás, el otro es al entrar el recinto y el tercero es en el salón de clases.
El manual de regreso a clases de Quintana Roo, tiene dos componentes, señaló, uno es de salud y el segundo es el diagnósticoacadémico para saber dónde se quedaron los estudiantes, qué conocimientos no lograron consolidar, atender temas de rezago en términos académicos pero también trabajar en la parte socioemocional de los niños y de los jóvenes.
“La escuela no es solo un lugar donde se aprenden conocimientos, la escuela es un espacio de equidad, igualdad, de alegría, seguridad, desarrollo humano, de convertir nuestra personalidad y la abandonamos por cuatro meses”, aceptó.
“La vulnerabilidad se hizo más presente (durante el confinamiento), porque quien no tuvo una computadora o una televisión los hemos perdimos; a nivel nacional hemos perdido el contacto con ellos. La cifra dice que el 58% de los niños de todos los niveles tienen acceso a una computadora o a internet, pero el 42 por ciento restante los perdimos y hay que ir por ellos”, resaltó Isabel Vázquez.
Adelantó que están trabajando en un modelo de educación a distancia estatal que esté legitimado, que cuente con programas autorizados y maestros capacitados, con herramientas a distancia que pueden ser en digital o cuadernillos y clases presenciales en sábados o domingos, el cual podría estar terminado a final del año.
“El plan abarca para todo el ciclo escolar. Podremos compensar todo lo vivido en un año escolar, compensar contenidos, recuperar a los chicos, estabilizar la salud emocional”, aseguró.
Por Eva Murillo