El tesorero del Ayuntamiento de Othón P. Blanco, Raúl Santana, reconoció que la situación financiera sigue complicada y que recurrir a financiamiento sería la última opción.
Explicó que la reducción en la recaudación por la pandemia de COVID-19 ha impactado las finanzas en 35 millones de pesos.
“Tenemos una complicación financiera derivada de la baja del ingreso”, explicó el encargado de las finanzas.
El entrevistado dijo que se hace un esfuerzo extraordinario disminuyendo los gastos sin dejar de prestar los servicios y mantener la plantilla laboral.
Una de las mayores preocupaciones, reconoce, es que en cuatro meses tendrán que realizar el pago de aguinaldos y prestaciones de fin de año que implican gastos por 60 millones de pesos.
En este sentido, comentó que en caso de no alcanzar los recursos se analizaría una fuente de financiamiento.
Recordó que además de haber dejado de recaudar alrededor de 35 millones desde que inició la pandemia, se pagan mensualmente cinco millones de pesos mensuales por la deuda bancaria de largo plazo y otros tres millones por adeudos con el ISSSTE, lo que debilita las finanzas.
Esto se suma a que la pandemia por COVID-19 golpeó al sector turístico del cual se esperaba una recaudación de 17 millones de pesos por el Derecho de Saneamiento Ambiental este año.
Por Miguel Ángel Fernández