Un error administrativo en la clínica del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) de la ciudad de Chetumal ocasionó que dos cadáveres sean intercambiados, por lo que los cuerpos fueron entregados de manera errónea, incluso uno de estos ya fue sepultado en el cementerio de la comunidad de Calderitas.
Desafortunadamente una de las familias ya dio sepultura aun cadáver que no le correspondía, mientras que la otra al darse cuenta del error que cometieron en el IMSS, busca recuperar el cadáver de su familiar, mientras las autoridades buscan como solucionar y silenciar este problema mayúsculo.
Alejandro Pérez, nieto de María M.F., la cual lamentablemente falleció esta mañana relato el calvario por el que está pasando su familia“… En la mañana me comentan que fallece mi abuela, desafortunadamente comenzamos a realizar todos los tramites pertinentes, al momento de que voy a la clínica para firmar y hacerme cargo del cuerpo me entrevisto con la trabajadora social y esta me comenta que hay un error, el cuerpo que tienen no es el de tu abuela…”
Según comenta, la trabajadora social conocía a la abuela de esta persona, por lo que le informó de este grave error “… la trabajadora social me confirmo que se llevaron a mi abuela horas antes, ya que se etiquetaron mal las bolsas en donde estaban los cadáveres…”.
El joven comenzó a investigar en donde había quedado el cadáver de su abuela, intento hablar con los directivos del hospital, pero estos no querían dar la cara, y solo le hacían dar vueltas y no le otorgaban respuesta “… Solo pudo hablar con la jefa de servicio social, que me confirmo la confusión y gracias a ella pudo saber que el cuerpo de mi abuela había sido entregado a la gente de funeraria Gamero…”
Según comenta el agraviado, después de un par de horas pudo dar con los familiares Margarita R.D., estos no sabían que les habían cambiado el cuerpo, así lo aseguro Sergio Casanova “… mi tía ingreso ayer a la clínica al parecer tenía un infarto y después de unas horas no logro brincar esta situación y nos informan a las 2:00 A.M. que falleció, después de algunas horas y de los exámenes de rigor fuimos a recoger el cuerpo y lo primero que nos entregan es un acta de defunción en la que dice que la causa de muerte es COVID-19…”
Esta situación tomo por sorpresa a la familia porque su familiar tenía un diagnóstico de infarto “… nosotros nos quedamos sorprendidos, pues hasta donde sabíamos era solo un infarto, pero resulta que es COVID…”
Según relata, las autoridades hospitalarias les dicen que les van a dar el cuerpo, en ataúd cerrado por el diagnostico de COVID-19 y que tenían que apresurar el entierro, ante esto la familia tomo el ataúd y procedió a enterrarlo al medio día en el cementerio de la comunidad de Calderitas, pero con lo que no contaban es que el cuerpo que estaba en el interior de este no era el de su familiar.
Es importante recalcar que este procedimiento es irregular, pues lo establecido por la Secretaría de Salud indica que los paciente con COVID-19 que fallecen tienen que ser cremados y entregados en urnas cerradas, pero en este caso entregaron el cuerpo en ataúd cerrado, lo que podría significar una negligencia médica.
Las dos familias afectadas al enterarse de lo ocurrido y de lo lamentable de la situación fueron a las instalaciones de la clínica del IMSS de la ciudad de Chetumal, en donde ninguna autoridad hospitalaria los quiso atender.
“… Es lamentable que esta situación pase en un hospital, nosotros no sabes ni que hacer, entre el dolor y el coraje que esto representa, nuestras familias solo quieren una solución, a mi abuela ya la enterraron en Calderitas y la otra familia ya gasto hizo un gasto en el entierro…” Informó Alejandro Pérez.
Por su parte Sergio Casanova comentó “… ¿Quién se va hacer cargo de todos los gastos?, las autoridades de la clínica del IMSS no dan la cara y nosotros ya gastamos en comprar ataúd y en enterrar a esta señora y ahora quien va a pagar para sacarla y entregársela a sus familiares…”.
Hasta el cierre de la edición el director de la clínica no ha dado la cara y aparentemente la pifia se dio al momento de etiquetar las bolsas en donde estaban los cadáveres. Ante el dolor de la perdida, los deudos solo quieren que se entreguen a sus familiares para poder darle una correcta sepultura y que estén en donde correspondan.
Por Julio Javier Mena