Las personas de la tercera edad son las más propensas a desarrollar discapacidades auditivas, siendo los adultos de entre 60 y 75 años los que en ocasiones llegan a quedar totalmente sordos.
En el marco de la Semana Internacional de los Sordos, que se celebra del 24 al 30 de septiembre, se informó que en Quintana Roo existen alrededor de 12 mil personas que presentan discapacidad auditiva.
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Nayhelli Rodríguez Hernández, presidenta de la asociación Inclusión Proactiva Comunicando Manos en Quintana Roo, informó que según el último informe del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) son alrededor de 12 mil personas las que presentan sordera en la entidad, la mayoría la desarrolla tras llegar a la tercera edad mientras el otro sector se presenta en niños desde su nacimiento.
De acuerdo con los resultados de la Encuesta Nacional de la Dinámica Demográfica (Enadid) de las personas de 5 años y más que habitan en el país, 6.7 % tiene discapacidad. El estado de Quintana Roo se encuentra por debajo de la media nacional con 4.6 %.
De acuerdo a las cifras de la encuesta el sector de la población que sufre de algún tipo de discapacidad, el 24.7 % presenta problemas para escuchar. El sector de la población que se ve más afectado por una discapacidad auditiva es el de los adultos mayores.
Dentro de la Enadid se detalla que el riesgo de tener mayor dificultad para realizar actividades básicas de la vida cotidiana tiene una estrecha relación con el incremento de la edad en las personas; en los adultos mayores (60 años o más) con discapacidad, las actividades más reportadas son: caminar subir o bajar usando sus piernas (67.5 %), ver (39.6 %) y escuchar 24.7 por cierto.
En la población infantil (5 a 14 años de edad) con discapacidad, las actividades más reportadas son: aprender, recordar o concentrarse (43.0 %), hablar o comunicarse (31.1 %) y ver (27.9 por ciento).
La Enadid indica que el porcentaje de población de 5 años a 14 años con discapacidad para escuchar, aunque use aparato auditivo, es de 11.5 por ciento; mientras la población de 60 años y más presenta un 24.7 de incidencia.
En Quintana Roo existen alrededor de 4 mil 800 estudiantes de nivel básico de Quintana Roo que tienen alguna discapacidad motriz, visual y auditiva y que no están siendo considerados al no poder entender las clases que se están trasmitiendo por televisión, radio o los cuadernillos de estudio implementados por la Secretaria de Educación Pública (SEP).
Estos niños que antes eran atendidos por medio de los 46 Centros de Atención Múltiple (CAM) públicos y privados del estado, tuvieron que detener su educación al no haber sido considerados dentro del plan emergente de educación derivado de la crisis sanitaria por el COVID-19, el cual obligó al sistema educativo a trasmitir las clases por medio del canal 4.2 de la televisión abierta.
No obstante en Quintana Roo también existe un reducido número de instructores e intérpretes de lenguaje de señas para atender a los más de 12 mil sordos que se encuentran en el estado.
Nallely Rodríguez Hernández, instructora e intérprete certificada en lenguaje de señas y presidenta de la asociación Inclusión Proactiva Comunicando Manos en Quintana Roo, informó que hasta el 2010 el INEGI emitía una cifra de alrededor de 6 mil sordos en Quintana Roo; sin embargo, reveló que esta cifra se ha incrementado al doble debido al crecimiento poblacional.
Explicó que el medio de comunicación de la comunidad sorda es la Lengua de Señas Mexicana, una lengua viso-gestual espacial reconocida como patrimonio lingüístico de la nación, publicado en el DOF en junio del 2005. Mediante su lengua, las personas sordas se comunican con el entorno social.
No obstante, indicó que en Quintana Roo existen solamente 5 instructores e intérpretes en el lenguaje de señas, los cuales están capacitados para poder hacer llegar toda la información a los más de 12 mil sordos a lo largo de la entidad.
Detalló que instancias públicas y privadas como los Centros de Atención Múltiple (CAM) en toda la entidad y el Instituto de Capacitación para el Trabajo del Estado de Quintana Roo (ICAT) han apoyado en el tema de la capacitación, pero aún no es suficiente.
Rodríguez Hernández aseguró que actualmente se trabaja para poder capacitar a más de 500 personas en lenguaje de señas y que sirvan como puentes de comunicación para hacer llegar información de relevancia a la población adulta que presenta alguna discapacidad auditiva y educar al sector de la población que nació con discapacidad auditiva.
Recordó que apenas el pasado sábado 26 de septiembre se llevó a cabo el Tercer Magno Taller de Lengua de Señas Mexicana, de forma gratuita a través de la plataforma Zoom, siendo el primero en efectuarse a nivel nacional.
Finalmente, dijo que la sordera es una condición de vida y no tiene rehabilitación, por lo cual la población que sufra de esta discapacidad, sea desde nacimiento o por desarrollo a lo largo de su vida, no se podrá recuperar y sólo podrá tener ayuda por medio de aparatos auditivos auxiliares.
Para este 2020 la Beneficencia Publica en Quintana Roo destinó alrededor de 3.5 millones de pesos para apoyo a personas que necesiten de aparatos auditivos por medio de la jornada denominada “Para Oírte Mejor”.
La directora de la Beneficencia Pública de Quintana Roo, Miriam Osnaya Sánchez, informó que hasta este mes se han entregado alrededor de 400 aparatos para igual número de beneficiarios.
Destacó la importancia que tiene para los beneficiarios recuperar la capacidad de oír, pues les permite mejorar su vida familiar y laboral.
Detalló que en Quintana Roo se tiene estimada la entrega de hasta 500 aparatos auditivos auxiliares para este 2020, siendo la población de la tercera edad la que más solicita el apoyo para aparatos auditivos auxiliares.
En este sentido, invitó a los quintanarroenses a visitar las redes sociales de la Beneficencia Pública para conocer los diversos programas y poder acceder a ellos, destacando que desde que inició la pandemia, quienes no pueden acudir a las oficinas reciben la atención directamente en sus domicilios, así como la entrega de los apoyos.
Explicó que cada persona con discapacidad auditiva tiene condiciones diferentes, pues algunos la desarrollan en un solo oído y otras en ambos. Agregó que para la elaboración de los aparatos primero se efectúa una audiometría para conocer si la pérdida de audición es del lado derecho, izquierdo o bilateral.
Posteriormente, se hace una mezcla para hacer la prótesis, se toma la impresión de oído, se hace un corte y pulido del molde. Una vez teniendo el molde, mediante el personal de cómputo se programa el aparto auditivo con la audiometría, conforme a la pérdida de cada paciente, y finalmente se hace la entrega de la mochila, deshumidificados, pilas, garantía por un año, y se les pone un video para que sepan las recomendaciones de uso.
Finalmente, Miriam Osnaya dijo que sólo una de cada tres personas, tras su valoración, requieren de un aparato auditivo auxiliar, el cual tiene un costo promedio de 7 a 8 mil pesos, pero por medio de la Beneficencia Pública en Quintana Roo se entregan de manera gratuita.
Por José Ramos