El declive económico que ha dejado la pandemia ha propiciado que más gente se unan a los tianguis para vender sus cosas, como ropa, zapatos y hasta plantas buscando un espacio entre los “huecos” de los stands de los vendedores ambulantes.
Los tianguistas de la colonia Bellavista reportan ventas del 40 por ciento, como Gerardo Ochoa, quien se dedica a la comercialización de plantas, y comida como semillas y recados, como el rojo, negro y el blanco que son elaborados en el municipio de Felipe Carrillo Puerto.
Además, el agricultor que padece parkinson fue despedido de un hotel a raíz del inicio de la pandemia, “era operador de la sala de máquinas de un hotel, la empresa en la que estaba me despidieron porque represento a la población susceptible de enfermarse de COVID-19; pero con ganas sigo trabajando para mantener a mi familia”, explicó Ochoa, quien mencionó que tiene una enfermedad de ricos, porque la medicina va de 700 a 900 pesos.
Desde las 9:00 de la mañana, la calle 135 de la colonia Bellavista empezó a llenarse de los comerciantes ambulantes que se movilizan de tianguis en tianguis durante toda la semana en la ciudad. “Las ventas ahí van sacamos para el día, menos mal por lo menos la gente se asoma a ver lo que tenemos por acá para ofrecerle”, dijo el comerciante.
CG