En enero de 2020, antes de la emergencia sanitaria por COVID-19, en Quintana Roo las familias que habitan en tres zonas de Cancún invertían 250 pesos diarios en promedio para la compra de comida; actualmente, el gasto incrementó a 360 pesos en promedio, pero les alcanza para menos productos. Las familias habitan en la Región 95, una de las más antiguas de Cancún; otra en la Supermanzana 41, fraccionamiento Tikal y la otra en Región 100, donde las amas de casa tienen que hacer rendir el dinero que ellas mismas o sus esposos aportan para el gasto de casa.
Antes de la pandemia, cuando apenas empezaba 2020, la familia de Ángela May se alimentaba con un gasto diario de 300 a 350 pesos diarios, buscando siempre los artículos más económicos en el supermercado o en las tiendas de la Región 95, donde habita junto con nueve personas: su esposo, hijas, yernos y nietos.
Cargando una bolsa de plástico donde tenía pollo, verduras, aceite, medio kilo de frijol y de arroz, flor de Jamaica y algunos otros artículos, Ángela May, quien se notaba cansada por la caminata de su casa al mercado de esa región, aunque ya iba de regreso. Era mediodía, los rayos del sol le caían de lleno y eso le hacía apretar el paso para llegar lo más pronto posible, sobre todo porque todavía tenía que cocinar.
Con uno de sus nietos al lado, compartió que es únicamente su esposo quien aporta de manera económica; sin embargo, pese a ello, en el lugar donde él labora lo descansan una semana y a la siguiente trabaja, pagándole tres mil pesos a la semana.
“Desde que inició la pandemia, mi esposo es el único que trabaja en casa y ganando tres mil pesos a la semana es como sobrevivimos para comer y lo poco que queda tratamos de ahorrarlo. Antes con mil pesos la hacíamos para comprar, pero ahora, estar comprando 350 pesos diarios, es más pesado y eso que sólo es lo indispensable, ya que no compramos esos antojos que luego nos piden los niños”, comentó la señora Ángela.
El aumento del costo de la canasta básica ha variado a lo largo de un año; sin embargo, esto no ha sido beneficioso para las familias quintanarroenses, que han tenido que dejar de comprar ciertos artículos y gastar más de manera diaria, estando aun en crisis económica debido al desempleo.
En todos los hogares hay dificultades
Para tratar de hacer un contraste en la ciudad, se buscó a un ama de casa que habitara en otra zona de Cancún; la señora Mónica Delgadillo, quien vive en el fraccionamiento Tikal, en la supermanzana 41, comentó que en casa son siete personas y que los gastos únicamente en comida son aún mayores cuando se trata de ir a los supermercados.
“Tratamos de comprar lo más indispensable y económico: huevo, leche, pan, jitomate, jamón, limón, cosas para la limpieza y así nos podemos ir, al momento de pagar son aproximadamente dos mil 500 pesos, eso gastamos cada dos o tres días, cuando antes con mil 500 pesos podíamos comprar eso y hasta alguna chuchería que se le antojaran a las niñas, ahora ni eso, porque es un gasto extra a lo que si se necesita” comentó.
En ese hogar habitan dos universitarias, una joven de 16 años y una menor de 5 años, por lo que la señora Mónica comentó que los gastos también ascienden, ya que, particularmente en la niña más pequeña, se tiene que invertir en productos de higiene personal diferente.
Hoy en día resulta difícil para muchos hogares adquirir una despensa completa, pues sus sueldos han sido reducidos a menos de dos mil pesos quincenales o simplemente aun no cuentan con un sueldo debido a que continúan desempleados. De acuerdo con datos proporcionados por la Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco) el monto de una canasta básica no excede los mil 200 pesos.
La última parada fue en la región 100, donde se platicó con Natalia Yáñez, quien es docente y madre de una joven de 19 años, quien dijo que los gastos que ellas tienen, pese a que no hay clases y sólo son dos, sí han observado incremento en los gastos de comida y aún más en los precios que tienen los supermercados. La profesora invierte 2 mil pesos a la quincena.
Con estas visitas, se comprobó que las familias erogan más de mil pesos extras a los de hace un año, sin importar la cantidad de personas o a lo que se dediquen; en los tres hogares han dejado de adquirir productos que consideraban oportunos hace 12 meses atrás.
MA