El precio de la reactivación económica de Quintana Roo, luego de la fase de confinamiento para evitar la propagación del SARS-CoV-2, fue de 15 mil 909 personas contagiadas de COVID-19 y mil 769 muertes a causa de dicha enfermedad.
La entidad, señalada por autoridades federales del sector económico y laboral como una de las más afectadas del país, ha pasado por tres etapas de la pandemia desde marzo, cuando fue registrado el primer caso de COVID-19 y se decretó el inicio del confinamiento y con ello la paralización de actividades no esenciales, entre ellas el turismo, del que Quintana Roo depende en 100 por ciento.
La fase más cruda del comportamiento de la enfermedad ha sido, hasta ahora, entre el 8 de junio –día en que dio inicio la reactivación turística- hasta el 24 de enero –día previo al retroceso en el Semáforo Epidemiológico estatal en la zona norte del territorio- pues entre esas fechas ocurrió 87.8 por ciento de los contagios y 80.7 por ciento de las muertes registradas.
En ese mismo periodo, la zona norte de Quintana Roo fue la más impactada por la propagación del virus, pues entre los siete municipios que la conforman acumularon 10 mil 544 contagios y mil 428 decesos por COVID-19. Hasta ayer, el acumulado de casos positivos fue de 18 mil 103 y de muertes 2 mil 191.
Cuando el Gobierno del Estado decretó que el 8 de junio de 2020 concluía el confinamiento ciudadano para dar paso al reinicio de las actividades, la zona sur de la entidad permanecía en color rojo del Semáforo Epidemiológico y la zona norte estaba en naranja. Hasta antes de esa fecha, es decir, durante el resguardo social y la pausa comercial, el reporte de casos positivos de coronavirus acumulados fue de dos mil 179 y 418 fallecimientos.
“La reapertura económica será de manera gradual y ordenada. Actuemos responsablemente y recordemos que todas las medidas de prevención sanitaria continúan”, fue el mensaje difundido en redes sociales por la titular de la Secretaría de Salud (SESA) en la entidad, Alejandra Aguirre Crespo, el 8 de junio.
En esa fecha, todos los estados del país estaban en color rojo dentro del Semáforo Epidemiológico nacional y, al ser cuestionada sobre el avance local que Quintana Roo tenía en ese sistema de medición respondió que “El semáforo para la activación económica beneficia a los sectores más sensibles de la sociedad y está basado en la capacidad hospitalaria. La herramienta más importante con las que contamos son las medidas de precaución que asumen los ciudadanos”.
La otra etapa de la pandemia en la entidad es la correspondiente a los cuatro meses y 18 días en los que, de manera forzada, se mantuvo en color amarillo, sobre todo la zona norte conformada por los municipios Benito Juárez (Cancún), Solidaridad (Playa del Carmen), Lázaro Cárdenas (Holbox), Isla Mujeres, Tulum, Puerto Morelos y Cozumel.
El 7 de septiembre, las siete demarcaciones avanzaron del naranja al amarillo y, hoy lunes 25 de enero, retroceden al naranja, pero lo hacen cuando ya acumularon siete mil 312 casos positivos de coronavirus y 724 decesos en el periodo en el que duró la fase en amarillo.
A pesar de que el comportamiento social es básico para tener bajo control la propagación de la enfermedad, los caso han ido en aumento y tan sólo en esta última semana las reuniones por los festejos navideños, de año nuevo y Día de Reyes ya cobraron la factura, pues el reporte de las autoridades de salud rebasa los 100 casos diarios.
Del 7 de enero, fecha en la que se habría cumplido el periodo de incubación del virus en las personas que lo adquirieron o estuvieron expuestos a éste alrededor del 24 de diciembre de 2020, a ayer domingo 24 de enero fueron reportados mil 838 contagios y 120 muertes.
A pesar del incremento diario de contagios, la movilidad en Quintana Roo también se sostuvo, pero sin respetar los reglamentos básicos para disminuir la propagación del virus, pues el comportamiento ciudadano demostró que no importó estar en sitios cerrados como camiones urbanos, camionetas tipo van, plazas comerciales, comercios, supermercados, entre otros.
Para la estancia en zonas de playas también fueron establecidos lineamientos que fueron acatados durante las primeras semanas de reapertura, pues hasta ayer domingo los arenales lucieron repletos de bañistas sin preocuparse por la mantener las distancias sugeridas.
En la parte turística, sobre todo en la zona de antros ubicada en el corazón de la zona de hoteles de Cancún, desde que las luces se encendieron con la reactivación económica fue noche de fiesta, de brindis y de convivio sin pensar en el uso de cubrebocas o mantener el metro y medio de distancia entre una persona y otra.
Este mismo comportamiento ocurrió en Playa del Carmen y Tulum donde fueron organizadas reuniones clandestinas con alta concentración de asistentes.
Los barcos que cruzan de Playa del Carmen a Cozumel y de Puerto Juárez a Isla Mujeres, así como de Chiquilá a Holbox rompieron contantemente el protocolo de sanidad referente al aforo máximo de pasajeros, pues viajaban a 100 por ciento de capacidad cuando debían hacerlo a 50 por ciento.
Con ese antecedente de comportamiento ciudadano y comercial, la zona norte de la entidad inicia la que será la cuarta etapa de la pandemia a la que llega con dos mil 191 muertes por coronavirus y 18 mil 103 casos positivos de la enfermedad.
CG