Francisca García, productora de jamaica en la comunidad maya X-Con Ha, en Felipe Carrillo Puerto, trabaja desde muy temprano la tierra que le provee alimento y sustento económico. La parcela es rentable, pero en ocasiones no tiene el recurso ni el espacio para la siembra.
En el entorno rural, que corresponde a más de la mitad del territorio de Quintana Roo, sólo 20.7 por ciento de mujeres son propietarias de parcelas en los 216 núcleos ejidales, de acuerdo con el estudio Mujer Rural en la Economía, que publicó el Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO). A pesar de que las agricultoras producen la mitad de los alimentos, la tenencia de la tierra representa una de sus mayores dificultades.
No ser propietaria de una tierra, señala el Instituto Nacional de las Mujeres (Inmujeres), limita el apoyo social para trabajar y producir, lo que además las coloca en desventaja respecto a los hombres.
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“En numerosas comunidades rurales e indígenas, cuando los hombres emigran a Estados Unidos, las mujeres son quienes trabajan en el campo, pero no se les reconoce derechos sobre ellas, aún si los dueños no regresan. Al no ser propietarias de la tierra, las mujeres no reciben apoyos de programas de equipamiento, infraestructura, créditos o apoyos económicos por pago de servicios ambientales”, apunta el estudio.
Doña Francisca, como la llaman, lamenta que el predio que ara, riega y siembra, sea pequeño y no haya recursos para magnificarlo.
“Sola yo he estado trabajando la tierra; la pequeña infraestructura que he logrado establecer. Ha sido gracias al esfuerzo y dedicación que le he dado. Con la cosecha que se obtenga vamos a seguir reforzando la producción de jamaica en Carrillo Puerto”, indicó en entrevista para Por Esto!
A pesar del trabajo que a diario realizan en la tierra, la participación económica de las mujeres rurales está en desventaja respecto a las que se desenvuelven en el entorno rural, detalla el informe del IMCO.
Elide Uc Mex se dedica, desde hace más de 14 años, a la siembra de hortalizas en un pequeño predio; junto con vecinos de la comunidad maya Chancah Veracruz, “hemos trabajado incansablemente para llevar el sustento a nuestros hijos”.
“La producción del chile nos alcanza para su venta en el mercado local o en otras partes de la entidad, pero ha sido con nuestro esfuerzo porque son muy poco los apoyos recibidos del gobierno, por lo que nos hemos logrado consolidarnos como productoras de hortalizas en esta localidad”, agregó.
En 2016, el artículo 37 de la Ley Agraria se reformó para que la participación de las mujeres en las candidaturas a puestos dentro del Comisariado Ejidal fuera de al menos 40 por ciento; sin embargo, a nivel nacional no hubo apego a esta modificación, pues solo 7.4 por ciento de los órganos fue presidido por una mujer.
En Quintana Roo hay 216 núcleos ejidales, en los cuales, la mujer ocupa la presidencia en 3.6 por ciento. Una de ellas es Mayra Tinoco Vázquez, del núcleo ejidal en El Tesoro, Othón P. Blanco.
Tinoco Vázquez señaló que es difícil romper el tabú de que sólo los hombres pueden ocupar la presidencia de un núcleo ejidal y en contadas ocasiones acceden a incluirlas en las planillas para no tener problemas con la Ley Agraria, aunque mayormente como suplentes.
Agregó que los Comisarios se sorprenden al notar que es presidenta y no es porque duden de la capacidad de la mujer, simplemente porque no están acostumbrados porque desde pequeños han visto que sólo hombres ocupan ese cargo.
Cabe destacar que el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), en el Censo de Población y Vivienda 2020, indica que Quintana Roo tiene 2 mil 180 localidades rurales y 27 urbanas, que equivalen a 90 y 10 por ciento, respectivamente.
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CG