De enero a septiembre de este año se han detectado 348 sobrevuelos ilegales sobre el espacio aéreo del Estado de Quintana Roo; sin embargo, la gran mayoría se pierden de los radares y no pueden ser localizados. Fuentes militares aseguran que se tratan de operaciones ligadas con el crimen organizado y el trasiego de droga desde Sudamérica.
Según la información recabada, los radares detectan un promedio de 1.2 vuelos diarios ingresando por las diversas fronteras del sur del Estado; al momento de entrar a las zonas de rurales de estos se pierden de los radares, debido a que los presuntos narcojets vuelan bajo o buscan pistas de aterrizaje para sus operaciones delictivas.
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Los planes de vuelo marcados en estos aviones indican que la gran mayoría provienen de Sudamérica o de islas del Caribe, sus destinos son diversos, pero su recorrido aéreo es cercano a la Península de Yucatán o Belice.
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Al pasar tierras beliceñas o las costas del Caribe mexicano se salen de sus rutas e ingresan de manera ilegal al sur del estado de Quintana Roo. Las aeronaves reportadas como vuelos ilegales comienzan a volar más bajo, al punto de dejar de ser detectadas por los radares del Sistema Integral de Vigilancia Aérea (SIVA).
Según la información proporcionada por personal militar, al descender estas aeronaves están en tierra por 20 o 30 minutos, descargan, se reabastecen de combustible y de nueva cuenta emprenden el vuelo; cuando vuelven a ser detectadas, ya se encuentran fuera del país.
Si por algún motivo las aeronaves no pueden emprender el vuelo nuevamente, son abandonadas en el lugar o incendiadas por los traficantes, dando tiempo a que las autoridades puedan ubicar el lugar de aterrizaje.
Para cuando los militares llegan a donde se encuentran los narcojets, el cargamento ilegal ya fue trasladado a otro punto. Los narcotraficantes utilizan las diversas brechas que existen en el sur del estado para moverse de pueblo en pueblo sin ser detectados, y pueden llegar a bodegas ubicadas en comunidades lejanas o ser transportadas al siguiente punto de su viaje: Estados Unidos.
Han sido detectados y asegurados Nueve narcojets en el sur de Quintana Roo y norte del país Belice y su frontera con Guatemala. Las naves aseguradas fueron encontradas vacías, a excepción de la ubicada en la zona del Petén, aunque se desconoce si lo encontrado era toda la carga. El resto de la droga pudo haber sido transportada e introducida a México y dar el salto hacia Estados Unidos.
La primera aeronave registrada este 2021, fue el 29 de enero, en Belice, en las cercanías de la comunidad de Crocket Village en el Distrito de Orange Walk, a escasos tres kilómetros de la comunidad de La Unión, en el municipio de Othón P. Blanco.
El personal del Departamento Antidrogas de Belice aseguró un cargamento de dos toneladas, una aeronave King Air y hubo seis personas detenidas, dos de nacionalidad mexicana y cuatro beliceños. La droga fue llevada a la ciudad de Belmopán por autoridades de ese país.
Posterior a esto, el pasado 5 de febrero, autoridades mexicanas detectaron un sobrevuelo ilegal ingresando al Estado, después de un operativo realizado por elementos de la Secretaría de Marina (Semar), Armada de México y personal de la Sedena, lograron encontrar la aeronave, en un camino sacacosechas de la comunidad de Nuevo Tabasco.
La aeronave tipo Cessna fue encontrada calcinada y a un costado de un camino que comunica con varios ranchos y brechas que pueden llevar a distintos puntos de la geografía del Sur del Estado; se especula que este avión pudo haber transportado dos toneladas de aparente droga.
La tercera asegurada fue en la comunidad de Plasencia, en el Distrito de Corozal, a menos de 10 kilómetros de la frontera con México. Los hechos ocurrieron el pasado 7 de marzo, cuando las autoridades de Belice detectaron un sobrevuelo ilegal.
El jet tipo Hawker, con matrícula yv124, fue encontrado en un paraje cercano a un camino rural, aparentemente sufrió un desperfecto, el cual le impidió elevar el vuelo de nueva cuenta, junto a la aeronave fueron encontrados 12 bidones con gas avión.
El interior estaba vacío y desmantelado, con el fin de que pudiera tener más capacidad de carga, se especula que pudo haber transportado dos toneladas de droga.
El cuarto aeroplano asegurado fue el pasado 15 de marzo, en las cercanías del centro arqueológico Lamanai, en el distrito de Orange Walk, Belice, los reportes periodísticos señalan fue abandonada a escasos dos kilómetros de una carretera que dirige hacia la frontera con la comunidad de La Unión, en Othón P. Blanco, México.
Se trata de una aeronave tipo King Air, con capacidad de carga de 2.5 toneladas. El punto de aterrizaje se encontró a tan sólo 30 kilómetros de la frontera con México. En un principio se informó de la captura del cargamento y la detención de una persona, pero horas después se confirmó que estos datos fueron falsos.
La quinta asegurada fue el pasado 14 de mayo en la madrugada, al noroeste de la comunidad de Blue Creck, en Belice, aproximadamente a un kilómetro de la frontera con México y a siete kilómetros de la comunidad de Tomás Garrido, en el municipio de Othón P. Blanco.
La sexta localizada fue en las costas de Placencia, Belice, aparentemente el avión tuvo un desperfecto y cayó al mar, por lo que sólo se encontraron las alas y la cola, todo el fuselaje continúa desaparecido.
Pobladores de esta comunidad aseguran haber visto a muchos prestadores de servicios y propietarios de embarcaciones hacerse a la mar y buscar sacar pescados de a kilo que flotaban en las costas beliceñas.
Los radares del Sistema de Vigilancia Aérea (SIVA) detectaron dos aeronaves sobrevolando la frontera con México y Belice, de éstas sólo han logrado ubicar a una, mientras que la segunda no fue localizada, se especula que pudo elevarse de nuevo.
Según medios beliceños, el Jet asegurado habría descargado su contenido, ya que no había nada en interior, más que sogas para amarrar la carga, se contempla que el avión podría haber trasportado hasta dos toneladas de presunta droga.
En el mes de septiembre, en la zona de Peten Guatemala, cerca de la frontera con Belice, autoridades militares de ese país lograron asegurar un aeroplano que trasportaba cocaína, en el lugar fue detenido Wiber Cabrera alias Lacandón o Comandante Lacandón, encargado del trasiego de droga de este país hacia tierras mexicanas.
En el operativo se aseguraron siete paquetes de droga, con peso en conjunto de 200 kilogramos, también se aseguraron cuatro armas largas en el sitio, aparentemente esta droga tenía como destino tierras mexicanas, en específico el Sur de Quintana Roo.
El octavo hecho de este tipo, ocurrió en la zona de Little Belize, a 22 kilómetros de la frontera con México, en donde radares de la SIVA detectaron un sobrevuelo ilegal con destino al sur de Quintana Roo; sin embargo, se perdió del radar poco antes de cruzar la frontera, lo que ocasionó el movimiento de elementos policiales en Belice.
En el lugar encontraron un Jet que estaba siendo consumido por las llamas, en el sitio no encontraron a ninguna persona, ni droga, se cree que este avión pudo haber transportado hasta tres toneladas de material ilegal.
Por último, el pasado 20 de octubre autoridades mexicanas detectaron un sobrevuelo ilegal cerca de la comunidad de Pucté, en la Ribera del Rio Hondo, pero las autoridades militares no lograron encontrar el avión, aparentemente este volvió a tomar vuelo.
Este hecho hizo que autoridades nacionales realicen un despliegue por todas las comunidades cercanas, sin que estas tengan un resultado favorecedor.
Infinidad de zonas de aterrizaje
En recorrido realizado en las brechas cercanas de la Ribera del Rio Hondo se pudo observar una gran cantidad de zonas que pueden ser utilizadas para el aterrizaje de aeronaves de tamaño mediano y pequeño.
Esto debido al complicado acceso a estas zonas, y lo poco patrulladas que son por las autoridades policiales estatales y por el ejército. Se pueden ver caminos de terracería bien compactados, planos y con un largo de entre 700 metros y un kilómetro, suficiente para que aterrice un aeroplano.
Este tipo de zonas llaman cada vez más la atención, pues las células delictivas que operan en el sur del estado pueden realizar sus actividades ilegales sin ser detectadas. Estas brechas que son usadas para el aterrizaje, se encuentran interconectadas y pueden llevar a cualquier parte de la geografía del estado, siempre y cuando las conozcas.
Pudiendo aterrizar en un camino sacacosechas cercano a Javier Rojo Gómez y el cargamento puede llegar de manera ágil a alguna carretera federal, burlando retenes y vigilancia de las autoridades, que desconocen este tipo de caminos y brechas.
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CG