Cada año, entre septiembre y octubre, miles de cangrejos azules salen de sus madrigueras e inician un viaje relativamente corto, pero muy peligroso por los desafíos que implica: Cruzar el Boulevard Kukulcán de la Zona Hotelera de Cancún, para llegar a las playas del Mar Caribe, donde las hembras depositan sus huevos.
La campaña para la protección de este crustáceo promueve su cuidado en la temporada de desove, aunque, según datos de la Dirección de Ecología de Cancún, sólo se trasladaron 60 hembras a sus nidos en lo que va de la temporada, una cifra menor en comparación con la de años anteriores.
La cuarentena obligatoria ocasionada por la pandemia del COVID-19 le dio un respiro a la especie. Más de mil 500 hembras cruzaron a los litorales, un número más alto que en comparación con otros años, debido a que no hubo la habitual afluencia de personas ni de automóviles en la Zona Hotelera.
Para la dependencia es importante que no sólo los turistas se unan a los proyectos de rescate, sino que la ciudadanía asuma la gran responsabilidad de velar por el bienestar de la naturaleza y la salud de los ecosistemas del Caribe Mexicano.
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JCL