Aline Medina Hernández, Presidenta del Colegio de Nutrición de Quintana Roo, aseguró qué hay un incremento de 30 por ciento en los casos de diabetes en el Estado, aunado a que cada vez hay más menores de edad con el padecimiento.
“Este último trimestre del año se registró un incremento de 30 por ciento de pacientes con diabetes, en comparación con los primeros dos, además, Quintana Roo figura entre los cinco estados con más aumento de casos, tanto de seguimiento como recién diagnosticados”, afirmó Medina Hernández en entrevista con Por Esto!
Sin embargo, explicó que el estimado que presenta la Secretaría de Salud no reportó como tal una cantidad de personas, pero al hacer la comparativa “descubrimos que incrementó cerca de 30 por ciento; muchos de estos casos se detectaron a raíz del COVID-19, ya que los pacientes ingresaban por esta enfermedad, pero ahí se mostraba la presencia de diabetes”.
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Indicó que también hay personas que desconocen que tienen la enfermedad y hasta que se les detecta “por hallazgo” se les diagnostica diabetes, es decir, cuando un paciente acude por algún malestar y tras la práctica de algunos estudios los resultados arrojan el padecimiento.
Precisó que la diabetes es un problema multifactorial, siendo el principal un historial hereditario, “como mexicanos tenemos un antecedente genético muy fuerte, casi todos tenemos un factor de riesgo por la mezcla de culturas, además hay que considerar los tipos de diabetes”.
Mencionó que, estadísticamente, la diabetes es más común entre hombres y mujeres de 40 a 60 años de edad; no obstante, destacó que cada vez son más los menores con este padecimiento.
“La diabetes tipo 2 hace unos 50 años se conocía como la enfermedad de los adultos, pero actualmente tenemos más niños adolescentes que desarrollan diabetes tipo 2, esto nos pone en desventaja porque en su etapa de crecimiento y adultez, donde son más productivos, serán afectados por la enfermedad si no hay una atención adecuada”.
Puntualizó que en el caso de la diabetes tipo 1 no se conoce una causa específica ni se indica en qué momento aparece, pero tiene más que ver con características del cuerpo, como el sistema inmunológico.
“La diabetes tipo 2 está asociada, además de la parte genética, con nuestro estilo de vida al desarrollar comorbilidades, como por ejemplo la acumulación excesiva-anormal de grasa en el cuerpo o padecer enfermedades como hipertensión nos hace más propensos a desarrollar diabetes”.
Explicó que en la Zona Norte de Quintana Roo, como Cancún y Playa del Carmen, el estilo de vida está ligado a la hotelería, con horarios variados, traslados largos, espacios reducidos para preparar los alimentos y falta de actividad física.
“Eso ha contribuido un poco para reducir la capacidad de nuestro cuerpo de metabolizar adecuadamente los nutrimentos y, por supuesto, desarrollar el espacio oportuno para la diabetes”, detalló.
Destacó que hay un gran compromiso de los gobiernos y la sociedad que aunque haya estrategias de prevención, como tener una buena alimentación y ejercitarse, aún falta mucho por hacer sobre el tema.
“No ha sido suficiente, incluso el tema anual para 2022 consiste en acceso a la atención de la diabetes y busca justamente promover en la instituciones a nivel global que haya vigilancia proactiva y no esperar hasta que la persona esté diagnosticada”, señaló. Aseveró que se debe trabajar en la prevención y proporcionar los ambientes o espacios adecuados, es decir, que a la par haya maneras de realizar actividad física, tener una alimentación más saludable a la mano, y facilitar el acceso, justo y equitativo, a los alimentos adecuados.
Finalmente expresó que la diabetes se define como la incapacidad del cuerpo para producir insulina suficiente (tipo 1), misma que aparece de manera súbita, o cuando el organismo produce insulina pero no puede utilizarla adecuadamente (tipo 2), la cual va relacionada con los hábitos alimenticios y estilo de vida.
“Por eso promovemos la actividad física, la alimentación saludable, un control, hacernos chequeos constantemente para ver cómo está nuestro cuerpo y promover los espacios de actividad y descanso que permite al organismo recuperarse adecuadamente y prevenir en lo posible el desarrollo de esta enfermedad”.
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CG